Nuestra filosofía se basa en el derecho de todas las personas a tener oportunidades de educación y acceso a la cultura que les permitan desarrollarse plenamente. Brindar las oportunidades necesarias para que los niños se desarrollen en todo su potencial es nuestra misión esencial. Buscamos lograr que los alumnos sean personas felices y útiles a sí mismos y a la sociedad, por ello dotamos al niño de instrumentos que le permitan el desarrollo integral de sus aptitudes intelectuales, académicas, de la vida diaria y laboral. Para ello contamos con un equipo multidisciplinario compuesto por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, terapistas del lenguaje, psicopedagogos, y profesores para actividades extracurriculares y talleres. Buscamos favorecer el desarrollo emocional del niño, de forma que le permita incrementar la autoestima y confianza en sí mismo, obteniendo así un mayor y mejor control de la conducta. De esta manera propiciamos la autocanalización y proyección personal del educando, mediante el desarrollo de sus capacidades, para la satisfacción de las necesidades individuales y del entorno. Los padres son los mayores aliados en el progreso de los alumnos. En nuestro Instituto funciona permanentemente la Escuela de Padres, en cuya programación, elegida por los mismos padres, se incluyen charlas y talleres sabatinos sobre el desarrollo del niño, trastornos de conducta y cómo tratarlos, el uso de medicación, problemas de delincuencia y drogas, etc. Entender los problemas de sus hijos en toda su magnitud permite a los padres tener una mejor actitud en su tratamiento.