¿Cómo vulcanizar caucho casero?

Fecha de publicación: 02-07-2018

La dificultad para adquirir cauchos para vehículos y su elevado costo en el mercado, ha obligado a muchos conductores a repararlos cuantas veces sea preciso, a fin de extenderle su vida útil.

La compleja situación económica que caracteriza al país durante los últimos años, la cual repercute de una u otra manera en diferentes ámbitos del presupuesto familiar como la salud, la alimentación, el pago de vivienda y servicios públicos, por solo mencionar los principales,  también se ha extendido a otros rubros.

Uno de esos rubros viene dado por el mantenimiento del parque automotor. Desde el aceite para la caja y el motor, pasando por las baterías y repuestos de distinta índole, vitales para el mantenimiento preventivo y correctivo del vehículo, son cada vez más onerosos y difíciles de encontrar en el mercado.

Entre esos elementos, esenciales para el funcionamiento de nuestro automóvil figuran precisamente los cauchos. La actual situación, ha generado serias dificultades para la gran mayoría de los conductores al intentar adquirir los cauchos con las medidas y características específicas para cada modelo de vehículo y, de hallarlos, sus precios resultan realmente excesivos.

Estas razones han obligado a los conductores a desarrollar una acentuada cultura de mantenimiento preventivo y correctivo con el propósito de prolongar la vida útil de sus neumáticos. Desde extremar el cuidado al manejar en calles, avenidas y carreteras para evitar caer en los famosos e indeseados “huecos”, hasta repararlos con parches y zapatas tanto como sea necesario.

En este orden de ideas, muchos propietarios de vehículos han puesto su atención en el proceso de vulcanización de los cauchos en forma casera, aún cuando este tipo de servicios es realizado en caucheras y centros especializados, donde laboran personas con conocimientos y experiencia en este tipo de actividad.

Por ello consideramos que el proceso de vulcanización artesanal, no resulta sencillo, en virtud del uso de elementos químicos como el azufre y la aplicación de calor con prensas, planchas y maquinarias especializadas, que, además de tener un  costo considerable, ameritan de personas calificadas para su operación, a fin de evitar situaciones que sometan a riesgo físico a quienes estén al frente de dichos equipos.

La vulcanización es un proceso mediante el cual se calienta el caucho crudo en presencia de azufre, con el fin de volverlo más duro y resistente al frío.

Durante la vulcanización, los polímeros lineales paralelos cercanos conforman puentes de entrecruzamiento entre sí. El resultado final es que las moléculas elásticas de caucho quedan unidas entre sí, a una mayor o menor extensión. Este proceso forma un caucho más duradero, resistente al ataque químico y sin perder la elasticidad natural. También transforma la superficie pegajosa del material en una superficie suave que no se adhiere al metal o a los sustratos plásticos.

Por lo general, el entrecruzamiento químico es realizado con azufre, pero existen otras tecnologías como los sistemas basados en peróxidos. Se suelen usar combinadamente con agentes aceleradores y retardadores.

El azufre es un elemento con propiedades muy singulares. En determinadas circunstancias, formará cadenas de sus propios átomos. El carbono y el silicio pueden formar también esas cadenas. El proceso de vulcanización hace uso de este fenómeno. A lo largo de esta molécula del caucho, hay un número de sitios que son atractivos para los átomos de azufre. Son los llamados sitios de cura. En cada sitio de cura, un átomo de azufre se puede unir a sí mismo y a partir de allí, la cadena de átomos de azufre puede crecer hasta que alcance el sitio de cura de otra molécula.

Estos puentes de azufre son usualmente de 2 a 10 átomos de largo, en contraste con los polímeros más comunes en los que la columna vertebral de carbonos puede ser miles de veces más larga.