Vacunas más comunes en gatos

Las vacunas obligatorias para gatos deberán administrarse una vez que sea destetado, puesto que la leche que le proporciona la madre durante los primeros meses de vida reduce el efecto que generan las vacunas.

Entre las ocho y diez semanas de vida, el felino ya debe comer de manera independiente, así que es el momento propicio para acudir al veterinario y empezar con el calendario de vacunación ya que es este el profesional indicado para fijar las pautas de inmunización adaptadas a la mascota.

Es importante tener conocimiento que antes de empezar con el proceso de vacunación, se debe desparasitar al gatito. Normalmente, a partir del primer mes de vida ya se puede llevar al gato al veterinario para que le proporcione el tratamiento adecuado. Una vez terminado este proceso, se inicia el plan de las vacunas.

A continuación exponemos en forma general, las enfermedades y vacunas más comunes que deben aplicarse a los felinos.

Las vacunas obligatorias son aquellas que se administran al gato para protegerlo de las enfermedades más comunes que suelen sufrir estos animales. Así pues, en su calendario de vacunación deberán encontrarse la de la leucemia, panleucopenia, rinotraqueitis y calicivirosis como obligatorias. En cuanto a la vacuna de la rabia, no en todos los países ni comunidades es obligatoria, de manera que la recomendación será hacer la respectiva consulta con el médico veterinario.

Para proteger a los gatos contra la panleucemia, calicivirosis y la rinotraqueitis deberá administrársele una única vacuna denominada Trivalente. Esta vacuna es la primera del calendario y deberá ir acompañada de un refuerzo pasadas las tres semanas de dicha administración.

La siguiente vacuna que un veterinario le debe administrar a un gato será la de la leucemia. Esta es una de las enfermedades más comunes en gatos, además de ello, representa uno de los índices de mortalidad más elevado, por ello es tan importante proteger a los gatos contra esta afección.

Después de la leucemia, se le administrará, en los países o regiones que lo establezcan como obligatorio, la vacuna contra la rabia. Si es el caso de que no sea obligatoria, siempre puede aplicarse de manera voluntaria. Otra de las vacunas de carácter voluntario es la que actúa contra el PIF (Peritonitis infecciosa felina), sin embargo no es totalmente aconsejable administrarla. Lo más recomendable consultar a tu veterinario si se considera oportuno poner esta vacuna o no.

Poner las vacunas obligatorias a los gatos es un factor fundamental para protegerlo de las enfermedades y parásitos, aunque no esté en contacto con otros gatos ni animales.

Al igual que en el caso de las mascotas caninas, administrar un correcto plan de inmunización a nuestros gatos, redundará positivamente en el mantenimiento de su salud, combatiendo los virus que podrían generarle enfermedades y afecciones. Sin duda, el bienestar de nuestro minino por su buen estado de salud, redundará también en nuestra tranquilidad.