Moda o comodidad, qué importa más

Fecha de publicación: 14-09-2017

La moda versus la comodidad, opiniones divididas pues cada ámbito tiene sus adeptos y detractores.

A veces difícil de definir, la moda, ligada principalmente a lo relacionado con el vestir, marca la tendencia de uso no sólo de la ropa, sino de diversos productos como vehículos, teléfonos celulares, relojes y accesorios o cualquier producto de consumo que se convierte en “algo popular” por su adquisición masiva o en su defecto, la gran cantidad de personas que anhelan tenerlo.

Por otra parte, la moda conlleva algunos aspectos sociológicos y sicológicos, en tanto que se hace “necesidad” en la medida en que las personas buscan –por naturaleza- aceptación en los grupos sociales por lo tanto, el hecho de estar a la moda para ser aceptados termina convirtiéndose en una prioridad.

En este sentido, el sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1918), estableció que la moda es el único elemento abstracto de poder mediante el cual establecen relaciones los individuos, precisamente en base a esa necesidad de aceptación que nos subordina al visto bueno de terceras personas.

En función a este tema, algunos estudiosos relacionan la creación de esta necesidad y su refuerzo por obra de la publicidad, ya que consideran que esta rama de la comunicación social induce a consumir lo que está de moda de manera voluntaria, apoyándose en mecanismos de persuasión, llegando incluso a volvernos adictos ya que sus mensajes van más allá de nuestras ideas por lo que nuestro subconsciente nos envuelve en una decisión difícil, convirtiéndonos en lo que muchos catalogan como “esclavos de la moda”.

A la publicidad, podemos agregar también, las facilidades que ofrece el mercado de consumo actual. Desde compras telefónicas hasta por internet, sin ni siquiera salir de casa, solo con un computador, un teléfono celular y una tarjeta de crédito, se puede adquirir lo que aparece en la televisión, aquello tan ansiado que está de moda y todos usan.

La adicción a la moda puede llegar a unos términos tales que hay personas que sacrifican necesidades básicas como la alimentación o incluso llegan a endeudarse, solo por el hecho de estar a la moda; solo le importa que la admiren en el grupo social al que quieren pertenecer.

Hay individuos que llegan más allá, no les importa usar ciertas y determinadas prendas de vestir que no vayan con ellas o le sean incómodas, solo por estar en “onda” o en sintonía con la tendencia de consumo que esté a la vanguardia en un determinado momento.

Esta costumbre se vuelve tan adictiva y compleja, que la gente ya no compra por necesidad de vestirse, sino por la importancia de la prenda y lo que proyecta, como es el caso de la ropa y accesorios utilizados por los famosos.

Pero… ¿Realmente vale la pena sacrificar la comodidad por la moda? Particularmente creemos que esta es una decisión personal, que depende de los valores y formación de cada persona. Si bien existen elementos que están de moda que se adaptan perfectamente a cada quien, hay otros que no… entonces, ¿sería válido estar incómodo, ajustado o a disgusto, sólo por usar la misma prenda que la mayoría?

Así como existen fanáticos de la moda, también hay personas que piensan en definir su propio estilo, comprando la ropa que realmente les gusta o necesitan, cómoda y adaptada a su cuerpo y con un toque de imaginación, la combinan con otras prendas y accesorios, creando así su sello personal, basado en su gusto particular.

Existen personas que integran las auto-denominadas “tribus” que se declaran enemigos de lo que está a la moda, creando ciertas tendencias en el vestir, luciendo de una manera particular con determinado uso de colores y prendas como forma de protesta a lo que vende la publicidad y se consume a nivel masivo, sin embargo, son criticados porque al final, se ven iguales, como “uniformados” que no dan mucho espacio para la imaginación.