Fecha de publicación: 14-10-2014
Los microcréditos se utilizan para apoyar la gestión de microempresas, que son empresas que tienen de 1 a 20 trabajadores, con la finalidad de “desarrollar actividades de comercialización de bienes, prestación de servicios, transformación y producción industrial y artesanal de bienes, con ventas anuales de nueve mil unidades tributarias” y a personas naturales independientes o emprendedores, de bajos ingresos o con capital de trabajo limitado, por ello dicen que es "una herramienta de enorme potencial en la ayuda para la impulsar nuevas iniciativas económicas"
¿Para qué puede y debe solicitarse un microcrédito?
Los microcrédito son como son como “anillo al dedo” en los casos de: Financiar capital de trabajo, adquirir o remodelar local, comprar equipos de producción, profesionales o de equipamiento.
La diferencia de los microcréditos con otros tipos de crédito, es que no exigen grandes garantías, se solicita menos documentación y el préstamo puede atenderse con pagos bimensuales o semestrales
Un microcrédito no se destina únicamente a apoyar el espíritu emprendedor (o la necesidad de emprender). La falta de empleo estable y demostrable, exige nuevas alternativas a la hora de conceder créditos, sin trámites burocráticos que imposibiliten el acceso a ello a personas que buscan comenzar a desarrollar una idea o proyecto económico, o a núcleos familiares que han dado “cuerpo” a ideas novedosas.
Los microcréditos forman parte de las microfinanzas, que proveen entre sus soluciones una amplia gama de servicios financieros, destinadas a personas de más bajos recursos.
Cada institución financiera posee sus propios requisitos para otorgarlos. Sin embargo, su otorgamiento es de carácter obligatorio en todos los bancos y en todos los casos poseen mecanismos más rápidos de respuesta.