Qué es la fototerapia

De esta manera, los diferentes colores de la luz utilizada, ayudan en el tratamiento de diferentes afecciones:

• La luz roja regenera y favorece la producción de colágeno.
• La luz amarilla tiene acción cicatrizante y antiinflamatoria.
• La luz verde es para tratar manchas en la piel.
• La luz azul es antibacteriana.

La fototerapia se utiliza para el tratamiento de enfermedades de la piel, mediante la radiación ultravioleta que tiene principalmente un efecto antiinflamatorio.

Entre los tratamientos que se pueden aplicar con el uso de la luz, están los tratamientos anti-edad, cicatrización, acné, manchas, hidratación, hematomas, entre otros. Esta técnica hace que la piel se revitalice, pudiendo usar la fototerapia en tratamientos para combatir la flacidez y eliminar las líneas de expresión.

Las terapias de luz estimulan el ácido hialurónico natural, el colágeno y elastina y hace que se prolonguen los tratamientos realizados a nivel dérmico, profundizando su acción. Entre los beneficios de la fototerapia encontramos que la piel gana firmeza, luminosidad y tersura, llenándola de vida otra vez.

Es un tratamiento no invasivo que se puede complementar con otras técnicas indicadas para tratar los signos visibles del envejecimiento y contribuir a estimular la producción natural de elastina y colágeno.

Gracias a la luz, el aspecto de las arrugas se suaviza, los poros se alisan y la textura de la piel mejora considerablemente. También se tonifican los músculos que puedan haber sufrido problemas de flacidez.

La fototerapia se puede aplicar en rostro, cuello y escote para tratar manchas o cicatrices que hayan podido dejar un acné en el pasado, líneas de expresión, tejidos flácidos, todo ello para mejorar el aspecto de la piel y rejuvenecerla, ya que el colágeno y la elastina serán estimulados y eso hará que la piel se vuelva tersa y más uniforme.

Ahora bien, además de emplearse para mejorar la salud y apariencia de la piel, existen distintas técnicas médicas empleadas con el objetivo de tratar una dolencia concreta y potenciar el bienestar integral del paciente, haciendo uso de la luz.

Por ejemplo, la fototerapia puede utilizarse para aliviar los síntomas de depresión, claro está, dependiendo de las características del paciente. También puede emplearse para tratar otras incidencias del estado de ánimo, como el trastorno afectivo estacional, es decir, durante el invierno, muchas personas se sienten menos enérgicas que durante el verano, estación marcada por los largos días de luz solar que invitan a pasar mucho tiempo al aire libre, mientras que la noche invernal puede incrementar la sensación de tristeza e incluso de las preocupaciones.

Otra de las aplicaciones más comunes de la fototerapia, es en el tratamiento de la ictericia en recién nacidos, esto para disminuir la coloración amarillenta de la piel del bebé que se produce por la presencia de bilirrubina. De tal manera se proyecta una luz fluorescente de color azul sobre la piel desnuda del bebé, y protegiendo los ojos. Esta luz descompone la bilirrubina para que el cuerpo pueda eliminarla a través de la orina y las heces.

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