El interesante origen histórico de las piñatas.

Al ritmo del "dale, dale, dale a la piñata", esta antigua tradición de origen asiático se conserva en muchos países del mundo.

El origen de las piñatas radica en China,  donde se utilizaban para los festejos de año nuevo que coincidían con el inicio de la primavera y los tradicionales rituales relacionados con la agricultura. Con formas de animales como vacas y bueyes, se llenaban con varios tipos de semillas y se cubrían con papeles de colores para atraer el buen clima para la siguiente temporada. Luego de romperse con un palo de madera, los restos se quemaban y luego las cenizas eran repartidas para atraer la buena suerte.

Según narra la obra Los Viajes de Marco Polo, fue este personaje quien llevó la tradición a Italia en donde se adaptó a las festividades religiosas. De allí pasó a España y a principios del siglo XVI, los misioneros españoles que fueron a América –donde ya existían ritos similares en civilizaciones locales como en México- expandieron esta tradición, utilizando las piñatas hechas como ollas de barro y adornadas con papeles de colores para atraer a los habitantes locales a sus ceremonias religiosas. En síntesis, la piñata se utilizó como una herramienta para la evangelización del Nuevo Mundo.

De hecho, la piñata en forma de estrella de siete picos, muy popular en México, representaba los siete pecados capitales y los brillantes colores de la piñata simbolizaban la tentación. La piñata se transformaba en una representación de la fe ciega y de la virtud o la voluntad para vencer el pecado. Los caramelos y otras golosinas dentro de la piñata representaban las riquezas del reino de los cielos, por lo tanto, la enseñanza que se acompañaba con fe y una sola virtud podían vencer el pecado y recibir todas las recompensas de los cielos.

Hoy en día, las piñatas se han adoptado en muchas partes del mundo y se han convertido en una costumbre muy común en las fiestas y celebraciones especialmente en México, América Central y al sur de Estados Unidos, debido a la influencia cercana de la cultura mexicana.

En Venezuela, Puerto Rico, Ecuador, El Salvador, Bolivia, Perú, Guatemala, Colombia y México, las piñatas están  presentes principalmente en las fiestas infantiles de cumpleaños. Por lo general son de cartón, decoradas con vivos colores para que coincida con el tema de la fiesta, bien sea de superhéroes, princesas o cualquier otro diseño creativo; se llenan de dulces, chocolates, juguetes pequeños y mucho papelillo.

Por lo general, después de picar la torta, se anuncia la piñata. Por turnos, cada niño empieza a darle palo hasta romperla. Al caer al suelo la lluvia de juguetes y golosinas, los niños con energía y rapidez, tratan de llenar sus bolsas con todo lo que lograron recoger.