Una mascota para toda la vida

La lealtad de nuestras mascotas estará asegurada en la medida en que los tratemos bien, con amor sincero y los mejores cuidados.

Es normal que la mayoría de las personas tengan mascotas, muchas familias las tienen, amigos y compañeros también, es algo muy común dentro de la cotidianidad, pero muchas veces no tenemos conciencia de su trascendencia para la vida del propio ser humano. Las mascotas juegan un papel fundamental en nuestra salud emocional y autoestima, siendo los perros y los gatos los preferidos de una gama bastante amplia de animales de los que gusta el hombre acompañarse.

Veamos un ejemplo… la relación entre los humanos y los gatos a través de la historia ha sido enigmática. Los gatos fueron adorados por los egipcios, alcanzando inclusive condiciones de divinidad, fueron inmortalizados en el arte, la música y la literatura. También, los perros en Egipto eran respetados y estaba prohibido matarlos, condenándose a la pena de muerte por este grave delito.

Los arqueólogos han encontrado perros momificados junto a la tumba de sus amos, estos no eran sacrificados en el momento de su muerte, sino que eran embalsamados y depositados cerca de la tumba una vez que dejaran de existir por muerte natural, se les lloraba y se llevaba luto en su honor. Los egipcios antiguos amaban a los perros por su nobleza y lealtad; todos estos antecedentes nos dan una idea de que desde los inicios de la historia, el hombre valoró la importancia y trascendencia de estos seres vivos, tan importantes como nosotros.

Por otra parte, numerosos estudios científicos han evidenciado que el poseer un animal de compañía puede traer efectos positivos en la salud humana, como el descenso de la presión arterial, o los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Asimismo, la interacción social que involucra el tener un animal de compañía ha demostrado una respuesta positiva al estrés mental, la depresión y los sentimientos de soledad, desembocando en un efecto placebo, que mejora la salud, lo que constituye toda una terapia sana y natural, positiva para nuestro bienestar.

Pero tener mascota representa una gran responsabilidad, por un lado, por razones de salud y por el otro, por razones humanitarias. Los animales, al igual que los seres humanos, desarrollan infecciones comunes, pero ellos, a diferencia de nosotros, no pueden atenderse por sí mismos, por eso debemos esmerarnos en el cuidado de la salud de nuestras mascotas.

Para evitar dolencias o complicaciones, hay que mantenerlos desparasitados; en el caso de gatos y perros, hay que tratarlos con medicamentos que eviten las alergias debido al pelo, también, hay que cepillar sus dientes una vez al mes con dentífrico de uso veterinario y mantener muy limpias las áreas comunes.

Tener mascota implica aceptar el compromiso de cuidarlas, alimentarlas, darles salud, amor y compañía, cuidados a los que ellos retribuyen con lealtad, afecto y su colaboración valiosa en nuestro bienestar físico y emocional. Por ello y más, las mascotas son otro miembro de la familia, ellas hacen nuestra vida cotidiana más plena, siempre en medio de nuestra agitada agenda, nos arrancan una sonrisa.

Por otra parte, en el caso específico de los jóvenes y niños, la convivencia con las mascotas, estimula el desarrollo de sentimientos positivos hacia el animal, lo que  contribuye con la autoestima y la autoconfianza de los pequeños. Las relaciones positivas con mascotas pueden ayudar en el desarrollo de relaciones de confianza con otros niños, además de estimular en ellos valores como la responsabilidad, el buen trato hacia sus semejantes y el respeto.