La Caracola, encuentro obligado con el ejercicio al aire libre

Fecha de publicación: 11-07-2018

La Caracola, dispuesta para la actividad física, es concurrida por todas las edades, en medio del sonido de las olas y preciosa vista..

La Caracola se extiende paralela a una de las principales avenidas de Porlamar: la avenida Bolívar. Recibe su nombre a razón de un complejo recreacional para niños llamado La Caracola, que existió en esta playa años atrás.

Es una estrecha franja de arena blanca de más de 2.000 metros de longitud, con un mar azul intenso de oleaje moderado y fuertes corrientes. Esta playa es frecuentada por habitantes de la isla y por algunos turistas que se hospedan en los hoteles de Porlamar.

Al final de esta playa se encuentra el mirador de la Bahía de El Morro. En una época pasada fue lugar predilecto para el encuentro de jóvenes con sus carros y cavas. También era frecuente ver a las parejas en uno de los lugares más románticos de Porlamar por su espectacular vista. De cerca se puede observar la gran piedra del Farallón que se encuentra a escasos 3 kilómetros de La Caracola.

Todos los días se cierra el acceso automotor a la playa, desde las 6 y hasta las 9 de la mañana y de 5 a 7 de la noche. En ese horario las personas aprovechan para trotar, andar en bicicleta, patinar, pasear a sus mascotas, dar largas caminatas, meditar o sencillamente sentarse a en la orilla para disfrutar de la naturaleza.

Casi a mitad de la playa, se puede ver un humilde gimnasio artesanal donde los amantes de la buena figura levantan pesas, hacen barras paralelas y abdominales al aire libre. A veces, se pone un pequeño toldo donde se puede disfrutar de unos relajantes masajes.

Cuenta con una pista de aterrizaje de ultralivianos que hasta hace pocos años estuvo operando. Actualmente se utiliza como estacionamiento en las horas en que se encuentra cerrado el acceso de vehículos.

Aunque en Playa La Caracola los atardeceres  no son tan maravillosos como los de Juan Griego, los amaneceres si son espectaculares. Con una buena ubicación y con un poco de suerte, se puede ver el sol salir del agua y toparse con el Farallón de piedra blanda que emerge del mar y que es cita obligada para los buzos por su riqueza de fauna marina.

La Caracola no es una playa que dispone de muchos servicios como restaurantes, baños públicos, duchas y toldos. Sin embargo, antes de llegar a la playa, existen diversos kioscos de venta de empanadas, cocos fríos y cocadas y al frente, un gran centro centro comercial con restaurante, un supermercado, venta de comida rápida, una entidad bancaria y diversos locales comerciales donde se pueden adquirir toallas, bronceadores o cremas hidratantes.

De 6.00 am a 9.00 am y de  las 5.00 pm a las 7.00 pm la calle de la costa de la playa está cerrada al tránsito de vehículos y sus dos kilómetros de extensión se convierten en un gran gimnasio al aire libre, utilizado para caminar, correr, montar bicicleta, patinar y hacer ejercicio, disfrutando las delicias de la brisa marina.