Desde su invención en 1927, la iluminación LED ha evolucionado vertiginosamente para beneficio del ahorro energético.

El término LED reside en las iniciales de las palabras inglesas  Lighting Emitting Diode (Diodo emisor de Luz). El LED es un diodo semiconductor que emite luz al ser atravesado por una corriente eléctrica. La longitud de onda de la luz emitida y por tanto el color, depende básicamente de la composición química del material semiconductor utilizado.

Desde hace muchos años se ha venido utilizando la luz LED en diversos dispositivos, sobre todo en botones para indicar estados como por ejemplo grabación de un DVD o para indicar si el aparato está encendido (verde) o apagado (rojo), según sea el caso.

El primer LED fue desarrollado por Oleg Vladimírovich Lósev en el año 1927, pero no fue sino hasta el año 1962 que el primer LED fue desarrollado comercialmente combinando los elementos Galio, Arsénico y Fósforo (GaAsP), con lo cual se obtuvo un LED de color rojo. Fue precisamente en esta década cuando comenzó a utilizarse en la industria. Desde entonces los avances en este campo no se han detenido y desde los primeros LED que sólo se podían construir en color rojo, verde o amarillo y con una intensidad de luz baja, hemos pasado a nuevas versiones que pueden ofrecer una luz blanca y suficiente para iluminar una habitación.

Ya entrada la década del 70, se introdujeron nuevos colores al espectro, combinando distintas proporciones de los materiales. También se desarrollaron LED infrarrojos, los cuales se hicieron muy populares en los aparatos de control remoto de los televisores y otros artefactos del hogar.

En la década del 80 un nuevo elemento entró en la industria, el (GaAlAs): Galio, Aluminio y Arsénico. Con la introducción de este material, el mercado de la iluminación LED experimentó un mayor impulso, ya que proveía un mejor desempeño sobre los LED desarrollados anteriormente. Su brillo era aproximadamente 10 veces superior y además se podía utilizar a elevadas corrientes, lo que permitía incorporarlos en circuitos multiplexados.

En los años 90 apareció en el mercado, tal vez el más exitoso material para producir los LED hasta la fecha: el (AlInGaP) compuesto por Aluminio, Indio, Galio y Fósforo. Con esta combinación se puede conseguir una gama de colores que va del rojo al amarillo cambiando la proporción de los materiales que lo componen y su vida útil es mucho mayor a la de sus predecesores, pasando de una vida promedio de 40.000 a 100.000 horas, aún en ambientes de elevada temperatura y humedad.

En sustitución de la luz de los bombillos incandescentes y fluorescentes que generan más calor y consumo de energía, los LED también permiten iluminar ambientes y espacios amplios con luz blanca, tonalidad de mayor demanda en la actualidad.