Hidratación: palabra clave en vacaciones

Con las vacaciones y las actividades recreativas al aire libre, el cuerpo humano enfrenta exigencias distintas a las cotidianas. Entre ellas, el mayor desgaste de fluidos corporales debido al sol y al ejercicio.

Una de las palabras claves para evitar que se presenten contratiempos que afecten la salud, es la hidratación, proceso en el cual la piel y el organismo en general incrementan los niveles del agua.

La hidratación vacacional debe manejarse en dos sentidos: consumir una cantidad de líquidos superior a la habitual y utilizar cremas que repongan la humedad de la piel. Ambas acciones son necesarias para compensar la exigencia de estas temporadas.

En cuanto al consumo de líquidos, sigue mandando el agua. Es conveniente tener a mano un “cooler” y asegurarse de que el consumo diario supere los 2,5 litros en estos días de calor.

La aplicación de cremas hidratantes es imprescindible al final de estas jornadas. Por supuesto hay que aplicar un buen bloqueador solar durante la exposición. Luego, tras una ducha para eliminar residuos de la sal del mar y los químicos de las piscinas, debe aplicarse una crema hidratante reconocida, que no tiene por qué ser costosa; pero sí reunir ciertas condiciones, como no ser grasosa.

Un incentivo adicional es que la aplicación de cremas hidratantes tras recibir rayos solares, contribuye a prolongar el bronceado, una de las motivaciones que lleva a muchas personas a las playas.

El organismo humano necesita actividades al aire libre en vacaciones; pero es necesario compensar la exigencia que esto implica, tomando las necesarias medidas para mantenerlo hidratado.