Fecha de publicación: 17-05-2016
La ciudad de Mérida se encuentra a 1.600 metros sobre el nivel del mar, sobre una meseta en el valle del río Chama; allí están las cinco cumbres más elevadas de la nación, entre ellas el pico Bolívar con 4.978 metros sobre el nivel del mar.
La localidad se ubica entre la Sierra Nevada de Mérida por el sur-este y la Sierra La Culata por el norte-oeste. El casco histórico de la ciudad se encuentra en la meseta de origen aluvial llamada Tatuy.
La hidrografía se compone de 4 ríos principales: el Chama, por el Albarregas, el Mucujún y el Milla. En la parte baja de la ciudad, se ubica la laguna La Rosa, una de las doscientas lagunas del estado.
El relieve es casi plano en la parte central de la capital por ubicarse en una meseta. Sin embargo, los alrededores de Mérida son accidentados, destacando los valles formados por los ríos Chama y Albarregas, y las cordilleras de la Sierra Nevada y la Sierra de La Culata.
Sus suelos son sedimentarios aluviales y arcillosos. Por debajo pasa la mayor falla tectónica activa del occidente del país, la falla de Boconó que forma parte de la Placa suramericana.
La vegetación presenta árboles de copa media a alta y helechos (Pteridophyte). En la periferia de Mérida, predominan formas de vegetación características de sub-montaña y selva estacional. Se extienden por el sur bosques de coníferas. Hacia el norte y el este, se localiza la Selva nublada.
Respecto a la fauna local, cabe destacar la importante población de ciertas aves pequeñas y medianas como colibríes y loros (Psittacidae).
Posee un clima subtropical con temperaturas moderadas debido a su situación geográfica dentro de la cordillera andina, y a su gran altitud. En las zonas y montañas circundantes, por encima de los 1.800 metros de altura el clima es templado de montaña.