Origen del Whisky en las celebraciones.

Fecha de publicación: 03-10-2023

La destilación de agua y cebada en Irlanda, dio origen al agua de vida, bebida que conocemos como el whisky.

Si bien la reseña escrita más antigua acerca de cuándo se destiló el whisky por primera vez, data de 1494 en Escocia, existen otros registros históricos que acreditan que en 1405, monjes elaboraban whisky en Irlanda, dato que aún no es conocido por muchos.

Entre los siglos VI y IX, cuando Europa vivía tiempos religiosos muy difíciles, Irlanda se convirtió en una sede importante para el catolicismo, lo que atrajo muchas peregrinaciones de fieles de distintas procedencias, deseosos de continuar con esta religión. Así, arribó un grupo de monjes del Medio Oriente que traían un objeto conocido como alambique, utilizado para destilar perfumes.

Pero en Irlanda, le dieron otros usos al alambique y aseguran con orgullo que el arte de destilar el whisky se inventó en ese país, el cual se inició con el procesamiento de una mezcla de agua y cebada. Así nació el Uisce Beatha, (pronunciado ish-kee-ba-ha) o Agua de la Vida en castellano.

Este nombre se debe al hecho de que, como en la región no tenían acceso a medicinas de ninguna índole, una medida de dicho preparado era lo único con lo que contaban los enfermos como remedio a sus males, debido a que el alcohol es un combatiente natural de las bacterias nocivas en el cuerpo. Los beneficios que producía no tardaron en propagarse, con lo que la popularidad del producto llegó a todos los rincones del país.

En el siglo XII, cuando el rey de Inglaterra Enrique II invadió Irlanda, sus soldados quedaron sorprendidos por el aumento del espíritu bélico de sus enemigos irlandeses luego de ingerir una bebida hasta ese momento desconocida por ellos, pero rápidamente adoptada; al no hablar irlandés decidieron adaptar las palabras celtas y poco a poco fueron cambiando de Uisce Beatha a Uisce a finalmente Whisky.

A partir de allí, la fama del whisky irlandés empezó a crecer a un ritmo vertiginoso y hasta el comienzo del siglo XX era el whisky de referencia a nivel mundial.

Desafortunadamente la industria se fue en picada como consecuencia de dos eventos históricos que afectaron su producción y exportación: el primero, data de 1916 cuando se libró la Guerra de Independencia en Irlanda, el cual generó el deterioro de las relaciones comerciales con el Imperio Británico y en 1919 empezó la Ley Seca en Estados Unidos, que prohibía la importación de bebidas alcohólicas. De esta manera sus principales y más grandes mercados de exportación le cerraban las puertas al whisky irlandés.

Paulatinamente, la industria del whisky en Irlanda fue decayendo y las destilerías más pequeñas fueron cerrando. Simultáneamente, la producción y exportación del whisky escocés empezó a tomar auge durante estos años. Fue así que los escoceses se fueron adueñando del mercado mundial del whisky, razón por la cual, en la actualidad, la popular bebida se relaciona directamente con la nación escocesa.

Según algunas historias, la difusión masiva del whisky comenzó como un antídoto contra la pena, por lo que dicha “medicina” era consumida en funerales o por personas que habían perdido a un familiar. Con el tiempo, beber y brindar por dichos seres queridos se transformó en un acto de alegría y el brindis con whisky se puso de moda.