Qué es el virus del Ébola

Científicos de varios países tratan de conseguir aceleradamente, la cura a esta enfermedad que ha ocasionado una alta mortalidad.

El virus del Ébola, es un virus del género Filovirus. Su nombre proviene el río Ebola, ubicado en la República Democrática del Congo, lugar donde fue identificado por primera vez, en una epidemia caracterizada por producir una gran mortalidad.

La sintomatología del virus del Ébola es variable, en virtud de que puede cambiar en cada persona sin embargo, se caracteriza por una fiebre alta, debilidad que obliga a estar acostado o postrado, dolores de cabeza, abdomen, garganta e incluso, en los músculos.

En el transcurso de una semana, se advierten en el cuerpo erupciones, frecuentemente hemorrágicas. En su evolución, el virus causa vómitos y diarrea, alteración de las funciones hepáticas y renales, así como sangrado interno y externo. Las hemorragias se presentan por lo general en el tracto gastrointestinal, provocando sangrado del paciente tanto por la boca, como por el recto anal.

Desde el punto de vista epidemiológico, el virus es transmitido a través del contacto directo con líquidos corporales infectados como la saliva, el sudor, la orina y la sangre. El período de incubación del virus puede variar entre 2 y 21 días, aunque lo más común es el período comprendido entre 5 y 12 días.

Hasta la fecha, el virus del Ébola no tiene cura específica, solo son aplicados tratamientos destinados a atenuar los síntomas con soporte para las áreas cardiológica y pulmonar. Para evitar su propagación o contagio en personas sanas, los pacientes deben mantenerse estrictamente aislados, manteniendo extremo cuidado con las secreciones corporales, siendo requerida inclusive, una máxima protección para el personal médico-asistencial que atiende al paciente por el alto grado de contagio. 

En virtud de la condición letal de la enfermedad y de que no existe una cura aprobada hasta la fecha, el virus del Ébola está clasificado como un agente de bioseguridad de nivel 4, lo que supone la aplicación de extremas medidas de seguridad por parte de los gobiernos y los entes de salud pública.