Fecha de publicación: 16-05-2016
Si algo caracteriza al estado Vargas, eso es su vocación turística. Una franja de territorio rodeada por playas y cercana a la capital venezolana, es la mejor descripción de esta entidad. Aunque en su montañoso límite sur se pueden encontrar atractivos pueblos de obligada visita, como Galipán y El Junquito.
Desde las alturas del cerro Ávila se puede contemplar la costa bordeada por palmeras reales del Caribe. A pocos kilómetros de Caracas se localizan las extensas playas de la costa central: Playa Grande, Catia La Mar, Macuto, Caraballeda, El Palmar, Puerto Azul, Naiguatá y Anare, sin embargo, un paseo por la costa central debe comenzar en La Guaira, que desde su fundación ha sido el puerto de Caracas.
Entre sus playas más representativas, destacan Los Ángeles, Pantaleta, Camurí Chico, La Punta, Q-Lito, Osma, Los Caracas, Paraíso, Los Cocos, Caleta, Carrilito, Alí Babá, La Punta, Waikikí, Lido, Playa Grande y Playa Verde.
La Guaira, junto con su variada marítima y las actividades comerciales ha conservado el ambiente de la época colonial. Los fuertes de El Vigía y La Pólvora recuerdan la época en que la ciudad tenía a la defensa propia contra los ataques de piratas y bucaneros. Se podría decir que la historia siempre llegó a La Guaira, para bien o para mal, a través del mar. La riqueza que llegó a través de su puerto también atrajo a los piratas que lo devastaron, saqueando la ciudad en muchas ocasiones.
Entre los restos de la época colonial, La Guaira, ha conservado los siguientes monumentos dignos de mención: La Casa Guipuzcoana, la calle Bolívar, el castillo El Vigía, el fuerte San Carlos, el fortín La Pólvora y Puente Jesús.
