Cuándo cambiar los cauchos

No hay recetas precisas para la sustitución de los cauchos, pero el sentido común y algo de conocimiento, ayudan.

Pocas personas lo tienen presente, pero los cauchos son el vínculo entre el carro y el camino.  De su buen estado dependerá la circulación segura, la cual se ve afectada cuando los no están en buenas condiciones.

Estudios realizados en varios países demuestran que los conductores no le dan importancia a un buen mantenimiento de sus cauchos. Los cambian cuando es muy tarde o cuando existen daños evidentes.

La duración de los cauchos puede variar mucho. Depende del tipo de terreno sobre el que se desplacen, si es rugoso o no, si se conduce dando acelerones, si la amortiguación está en mal estado, si tienen la presión de inflado adecuada.

Si la presión es baja, se consume más combustible, hay riesgos de que aparezcan cortes y se sobrecalentarán. Por el contrario, si van sobreinflados, se incrementa el peligro de pinchazos, hay menor adherencia, se gastan antes, y también el auto absorberá menos las imperfecciones de la carretera.

Lo ideal cambiarlos cada dos años o cada 40.000 kilómetros. El material pierde ciertas propiedades elásticas, la goma se endurece, reseca  y agrieta, por lo tanto tiene más riesgo de perder adherencia o de reventarse.

Un caucho dañado por un impacto como una acera, un bache o un objeto punzante puede ser peligroso. Es recomendable que sea revisado lo antes posible por un especialista, que determinará si el caucho puede ser reparado o debe ser cambiado.

Es necesario revisar regularmente la profundidad de dibujo de los cauchos. El límite legal de profundidad es de 1,6 mm. Se recomienda cambiar los antes que alcancen este límite. Unos cauchos gastados no ofrecen la seguridad suficiente, además están sancionados por la ley.