La tradición del árbol de Navidad

Fecha de publicación: 11-12-2015

El árbol de Navidad, de los elementos tradicionales y característicos de las fiestas decembrinas en el mundo..

Existen elementos destinados a celebrar la Navidad que forman parte de las distintas manifestaciones culturales de cada país, pero también los hay aquellos que se vinculan estrechamente con una tradición o con una festividad global, tal es el caso del árbol de Navidad.

El árbol navideño es un elemento decorativo, típico de las festividades decembrinas. Tradicionalmente suelen adornarse las especies de abeto y pino. En la actualidad también se ha popularizado el uso de árboles artificiales, de plástico y otros materiales sintéticos. Se decora con adornos como esferas de colores de cristal u otro material menos frágil, luces, estrellas, lazos y guirnaldas.

Según coinciden algunos historiadores, este elemento característico de nuestra Navidad podría tener su origen en la civilización Celta de Europa Central, la cual acostumbraba el uso de árboles para representar a varios de sus dioses.

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, quienes se habían convertido al cristianismo tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Se dice que San Bonifacio (680-754 d. C), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil  y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las velas se transformaron en esferas, luces y otros adornos.

Por el origen alemán de San Bonifacio, es posible que el primer árbol navideño, tal y como se conoce en la actualidad, surgiera en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión. A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829 y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria.

Insistiendo en el sentido religioso del árbol de Navidad, tenemos que recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva y de donde provino el pecado original; por lo tanto, recuerda que Jesucristo ha venido a ser el Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.

La forma triangular del árbol, representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color determinado y cada uno simboliza un tipo:

- El azul las oraciones de reconciliación.

- El plata las oraciones de agradecimiento.

- El oro las de alabanza.

- El verde de abundancia, fortaleza y de naturaleza.

La decoración del árbol navideño ha ido evolucionando, pero los elementos más característicos siguen siendo la estrella, colocada en la cima en alusión al astro de Belén,  las esferas, que al inicio fueron manzanas que aludían a las tentaciones, las luces como iluminación divina de Cristo y los lazos como símbolo de unión. A pesar de que la religión católica lo rechazó durante muchos siglos por considerarlo un ritual pagano, finalmente terminó por aceptarlo y hoy día es, sin duda, uno de los elementos más característicos de la Navidad.