Cuáles son los controles médicos para los niños.

La planificación de la relación entre el niño y el pediatra, es clave para su sano crecimiento. Los controles son más intensivos en el primer mes de vida, donde es revisado a los 7 días, a los 15 días y al mes. Se debe observar si está cicatrizando bien la herida del cordón umbilical, si se está alimentando adecuadamente, si el aumento del peso es el que debe ser, si está creciendo bien.

Durante el primer año de vida, los controles de salud deben realizarse en forma mensual; después del año, los deben hacerse cada dos meses hasta el año y medio, una nueva revisión a los 21 meses y otra a los 2 años; o sea cada 3 meses. A partir de esa edad y hasta los 3 años de vida, un niño sano se debe controlar de 2 a 3 veces al año.

A partir de los 3 años, por lo menos 2 veces en el año debería chequearse el crecimiento, porque a esa edad se pueden detectar infinidad de problemas. Al presentarse cualquiera de estos, se le remitirá al respectivo especialista.

Entre los 8 y los 10 años los controles pediátricos refieren mayormente al desarrollo físico: peso, talla y ahora la presión arterial y el colesterol, en línea con un criterio preventivo; especialmente si hay antecedentes familiares. Hacia los 10 u 11 años, es el momento ideal para tratar a tiempo una escoliosis, por ejemplo.

A los 12 años los criterios se dividen. Hay quienes consideran que ya la pediatría cumplió su etapa; mientras otros piensan que el adolescente es tema de la pediatría. Sobre ese asunto se debe llegar a un acuerdo con cada pediatra.

Es importante recordar que las consultas del niño sano son momentos claves para la comunicación, para recibir información sobre desarrollo, nutrición, sueño, enfermedades infecciosas y otros temas importantes.