Fecha de publicación: 22-09-2014
Bullying es agredir o humillar a otra persona. Insultar, divulgar rumores, lastimar moral o físicamente, o intencionalmente ignorar a alguien son formas de Bullying. Puede ocurrir a través del celular, en persona, por escrito, en la escuela, en el barrio, en algún transporte, en la casa e incluso en redes sociales.
Es un problema que afecta a millones en todas partes. Es grave, principalmente en las escuelas. Los “bullies” molestan a los más pequeños o a los más vulnerables. Apuntan a los que son diferentes, que no usan ropa de moda o que forman parte de una minoría social o racial.
Molestan a niños que se están desarrollando y son torpes con su cuerpo, o con sobrepeso, o hasta los más estudiosos o muy tímidos. No sólo humilla a los pequeños que son atacados, también afecta a los testigos cercanos, especialmente si ellos no saben qué hacer al respecto.
El cyber-bullying se expande viralmente por la web y puede avergonzar de una manera muy difícil de detener. No es una broma o un juego. Es inaceptable.
Los padres deben hablar con sus hijos sobre el Bullying, ya sea que estén siendo víctimas o sean testigos de un ataque contra otros, hay muchas cosas que pueden hacer para detenerlo. Lo mejor es que no se queden callados.
Decir palabras amables al niño que sufrió de Bullying es un gran gesto y hace la diferencia: "Lamento mucho lo que te ocurrió". Dejarle saber que el Bullying es inaceptable y que él no debe culparse a sí mismo por ello. Aún mejor sería hacerse su amigo.
La víctima de Bullying debe hablar con algún adulto de confianza para que intervenga y detenga el Bullying. Padres y alumnos pueden ofrecerse como voluntarios para prevenir el Bullying de la escuela. Si no existe, es buena ocasión para crear un programa preventivo.