Con la formalización de una asociación, después de unas cuantas charlas y cervezas, con el Dr. Claudio en la que participe como inversionista; y con la visión de su esposa, la señora Rosa, comenzamos a expandir en primera estancia la Casita del Fondue, seguidamente de la construcción de un restaurante. El proyecto se iba expandiendo y, por condiciones del momento, el Dr. Claudio dejo la inversión para concentrarse en sus posadas, y nosotros continuamos con nuestros trabajos, cada vez más ambiciosos, y la idea de construir un pequeño pueblo alemán nos entusiasmaba muchísimo. Así nació Klein Dorf, nuestro pequeño pueblo alemán, nuestro sueño y proyecto. Buscamos que trasmita la misma sensación que nos enamoró a nosotros hace tantos años, que sea un punto de reunión para las familias, que sea lugar de hermosas memorias que nuestros clientes vayan a recordar por siempre. Eso es lo que queremos. Seguimos creciendo, expandiendo nuestras estructuras, y estamos decididos a cumplir nuestra visión”