Cómo se utilizan las muletas

Fecha de publicación: 20-09-2018

Existen diferentes modalidades de desplazarse con muletas y estas dependerán de la condición del usuario y de la lesión que presente en las extremidades inferiores.

Cuando se sufre de alguna lesión en las extremidades inferiores, existe la opción de apoyarse en el uso de una o dos muletas como ayuda para caminar y desplazarse, las cuales, por un lado, incrementan el grado de equilibrio y estabilidad y por el otro, contribuyen a disminuir el dolor que se produce al apoyar la pierna o el pie lesionado.

Como una guía para el uso adecuado de las muletas, a continuación le presentamos algunas consideraciones de gran interés:

Antes de utilizar las muletas, se deben elegir las adecuadas, asegurándonos de que cumplen con nuestras necesidades, es decir, que soporten el peso de nuestro cuerpo, que tengan la altura requerida y que sean ligeras.

Para evitar malas posturas y contracturas musculares, el puño debe quedar a la altura del hueso de la cadera y la zona de apoyo del antebrazo debe quedar a unos 10 centímetros por debajo del codo.

La muleta se coloca siempre en el lado contrario a la pierna lesionada, ya que su función real no es sustituir a la pierna lesionada sino servirle de apoyo y disminuir la carga. Así nos aseguramos que cuando la pierna afectada esté avanzando, la mano con la muleta estará también delante y ganar así una mayor superficie de apoyo que soporte el peso del cuerpo. Es decir, que si la pierna lesionada es la derecha, llevaremos la muleta en la mano izquierda o viceversa.

Una vez seleccionada la muleta y bien posicionada y regulada, podremos llevar a cabo varias formas de desplazamiento diferenciadas por el número de puntos de apoyo y que deben ser seleccionadas de acuerdo a las capacidades del usuario y sus dolencias. Veamos de cuales se tratan:

Con 4 puntos de apoyo: Consiste en el uso de las dos muletas y los dos pies. Este uso procede cuando ambas piernas están débiles ya que garantiza un mayor apoyo y estabilidad. La forma de llevar la marcha es muy sencilla pero la velocidad de desplazamiento disminuye considerablemente. Con este formato, el desplazamiento es de la siguiente manera: la muleta izquierda, pie derecho, muleta derecha y pie izquierdo.

Con 3 puntos de apoyo: Se emplea esta modalidad cuando hay una lesión en una de las piernas y es necesario eliminar la carga de peso de la pierna afectada. Para ello debemos mover hacia adelante primero las dos muletas, cargando todo el peso del cuerpo primero en los brazos y luego la pierna sana, apoyando todo el peso en ella.

Con 2 puntos de apoyo: Existen dos formas diferentes. Se trata de un sistema de desplazamiento más rápido pero, a su vez, más complejo. El primero se recomienda a pacientes con problemas en las dos piernas que deberán mover la muleta izquierda y el pie derecho a la vez y luego, la muleta derecha y el pie izquierdo a la vez y así sucesivamente.

La segunda forma trata la incapacidad para cargar el peso completamente en ambas piernas pero necesita gran resistencia en los brazos. Es necesario mover ambas muletas hacia adelante, cargando todo el peso en las dos muletas y mover las piernas hacia adelante y al mismo tiempo, avanzándolas hacia las muletas.

Adicionalmente y para evitar riesgos de accidentes con el uso de muletas, se deben evitar desplazamientos sobre superficies húmedas o resbaladizas; intentar llevar calzado con suela anti-resbalante, mantener las conteras de apoyo en perfecto estado o tener las manos completamente desocupadas.