Fecha de publicación: 30-09-2014
El turismo convencional, conocido de "sol y playa", es un producto turístico de gran escala, el cual se beneficia de la gran demanda, pudiendo ofertar precios competitivos.
El ecoturismo es un movimiento responsable que conserva el entorno y sostiene el bienestar de la comunidad. Se acompaña por códigos éticos. El turismo científico, por su parte, ofrece investigación in situ para diversas disciplinas, para así ampliar los conocimientos de quienes lo practican.
El turismo de aventura es una modalidad del turismo alternativo. Algunos lo llaman turismo de aventuras; otros tantos turismo de adrenalina o de reto. Busca es experiencias emocionantes al relacionar al viajero con un entorno agreste y retador.
No se debe confundir con el turismo deportivo, el cual atrae a los practicantes de ciertos deportes a un lugar específico en una fecha determinada, como los esquiadores a las montañas de Vermont en tiempo invernal.
El turismo cultural corresponde a los viajes que buscan conocer otras culturas, sus iconos, lugares e identidad. Está muy emparentado con el histórico, que se realiza en aquellas zonas cuyo principal atractivo es su valor para la historia de una región o país.
En esta rama también se contempla el turismo religioso, el cual convoca a fieles a ciertos lugares en fechas específicas, en el marco de una significación espiritual. Otra modalidad similar es el turismo gastronómico, el cual se planifica con base en el recorrido por lugares que ofrezcan platillos característicos de una región o cultura.
Los días libres de las vacaciones ofrecen muchas alternativas más allá del descanso. Vale la pena investigar opciones que se acerquen más a las inquietudes de cada quien.