Fecha de publicación: 07-08-2018
El teatro forma parte del grupo de artes escénicas. Su desarrollo está vinculado con actores que representan una historia ante un público o audiencia. Este arte, por lo tanto, combina diversos elementos como la gestualidad, el discurso, la música, los sonidos y la escenografía.
Por otra parte, el concepto de teatro se utiliza para nombrar al género de la literatura que abarca aquellos textos pensados para su representación en escena y también hace alusión al edificio donde se representan las piezas teatrales.
Es posible distinguir en el género del teatro, tres elementos básicos. Por una parte, el texto, representado por lo que dicen los actores, la dirección, representada por las directrices que dicta el responsable de la puesta en escena o director y la actuación, que no es más que el proceso que lleva a un actor a asumir la representación de un personaje. A estos componentes se pueden sumar otros elementos muy importantes como el vestuario, la escenografía y el maquillaje.
Cabe destacar que quienes escriben obras de teatro son conocidos como dramaturgos, aunque la definición específica del término hace referencia al escritor de dramas o de teatro dramático.
Los orígenes históricos del teatro están asociados a la evolución de los rituales relacionados con la caza y con la recolección de frutos y alimentos propios de la agricultura que desembocaron en ceremonias dramáticas a través de las cuales se rendía culto a las divinidades. Estos rituales también sentaban y reflejaban los preceptos espirituales del grupo social.
De todas formas fue recién en la Grecia Clásica cuando esta idea religiosa fue llevada a la perfección. Se crearon entonces las representaciones teatrales, donde la coreografía, la música, la recitación y el texto formaban un equilibrio inigualable.
Entre los fundadores del teatro tal cual como lo concebimos hoy, se encontraban los creadores de las tragedias tales como Esquilo, Sófocles y Eurípides y de la comedia, género en el que siempre ha destacado Aristófanes. En esta época de la historia cultural universal, tanto la comedia como la tragedia, permitían expresar ideas políticas, sociales y religiosas, necesarias para entender el tiempo en el que se vivía.
Es a partir del siglo XVI que el teatro comenzó a alcanzar una gran popularidad en todo el mundo, surgiendo carros ambulantes que ofrecían espectáculos teatrales y anfiteatros creados con el mismo fin. En este período surgió el teatro nacional, que intentaba mostrar valores y elementos populares, realzando la importancia de los elementos alusivos a la Patria.
El idioma castellano ocupa un lugar importante en este tipo de teatro y en su desarrollo destacan figuras como Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. También en Inglaterra y Francia el teatro popular cobra gran importancia donde destacaron las obras de Shakespeare y de Corneille, Racine y Moliere, respectivamente.
Cabe destacar que el teatro es una de las disciplinas artísticas que puede identificarse con el tiempo en el que fueron concebidas, es decir, las obras teatrales responden al período en el que fueron creadas y permiten conocer a fondo los aspectos sociales, culturales y políticos que rodeaban la vida de su autor en ese entonces.
