Prevención del Cáncer de Mama

Las políticas de sensibilización sobre el tema del cáncer de mama, es una estrategia fundamental para evitar los factores de riesgo que causan la enfermedad. .

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos se diagnostica un nuevo caso de cáncer de mama en el mundo y, si bien no existe una manera segura de prevenirlo, hacer ciertos cambios en el estilo de vida si contribuirán a reducir el riesgo de desarrollarlo.

Revisemos a continuación las principales estrategias destinadas a prevenir el cáncer de mama:

Mejorar la dieta. Limitar el consumo de carnes rojas y embutidos e incorporar el consumo de frutas y verduras diariamente. Una gran opción son las uvas, ricas en resveratrol antioxidante, sustancia capaz de detener el desarrollo de las células cancerígenas.

Ejercicio. Iniciar con al menos 150 minutos de actividad física a la semana. El ejercicio reduce la producción de estrógeno, que en grandes cantidades puede llegar a estimular el crecimiento y desarrollo de las células cancerosas en las mamas.

Beber con moderación. Tomar una bebida alcohólica de vez en cuando no es dañino para la salud, pero ingerir varios vasos al día puede incrementar el riesgo de cáncer de mama.

Amamantar. La lactancia disminuye las probabilidades de desarrollar la enfermedad, especialmente si se prolonga de un año y medio a dos años, gracias a que reduce el número total de ciclos menstruales y por lo tanto la producción de hormonas.

Dormir bien. Dormir menos de seis horas puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama en más de 60 %. Ello se debe a que durante el sueño, la mujer deja de producir melatonina, la cual sirve para controlar las cantidades de hormonas sexuales liberadas.  

Mantener el peso ideal. Las mujeres que suben varios kilos después de los 21 años tienen grandes probabilidades de desarrollar cáncer de mama, en comparación con quienes mantienen un peso saludable toda su vida. Para lograrlo se deben evitar los alimentos grasosos y el sedentarismo.

Vigilar la medicación. La mujer que esté tomando o va a iniciar una terapia de reemplazo hormonal o la ingesta de pastillas anticonceptivas, debe consultar con su médico las probabilidades que tiene de desarrollar este tipo de cáncer.

Mamografía. Entre los métodos de prevención precoz de la enfermedad, tenemos la realización de la mamografía, que se ha erigido como el único método revelado eficaz.

Autoexploración mamaria. Se ha observado que esta práctica empodera a las mujeres, que se responsabilizan así de su propia salud. En consecuencia, se recomienda la autoexploración para fomentar la toma de conciencia entre las mujeres en situación de riesgo, más que como método de prevención propiamente dicho.

Por otra parte, las mujeres deben contemplar el concepto del Consejo Genético, en el caso de que exista un historial familiar de cáncer de mama. Se trata de un estudio del patrón genético de un paciente con un tumor, en este caso cáncer de mama.

En primer lugar se realiza una historia familiar para conocer el número de familiares afectados, la edad en la que fueron diagnosticados del tumor maligno y el grado de consanguineidad.

Es posible conocer algunas alteraciones genéticas que puedan existir en familiares cercanos, estudiando las en células de sangre periférica. Con ello se puede saber si una persona es portadora de mutaciones en algunos genes, como los BRCA-1 y BRCA-2, relacionados con el cáncer de mama, cáncer de ovario y otros.

La Oncología Médica está impulsando y promoviendo la formación y funcionamiento de Unidades de Consejo Genético y los servicios de información para pacientes y familiares afectados por una mutación del gen BRCA. En estas Unidades de Consejo Genético se determinan los programas de seguimiento más adecuados para cada paciente.