Fecha de publicación: 11-01-2018
Emprendimiento y crisis parecieran palabras incompatibles. Y es que este tipo de negocio puede generar dos panoramas diferentes y opuestos: uno fatalista y otro optimista. Si quieres apuntarte a la segunda visión, sólo debes abrir bien los ojos a las oportunidades, seguir el modelo que mejor se adapte a tu entorno y claro, ¡atreverte!
Aunque los tiempos de crisis no son, en apariencia, el mejor momento para emprender un negocio, el arriesgarse a conformar una empresa durante este período nos puede ofrecer una gran ventaja: si la empresa logra sobrevivir los tiempos difíciles, lo más probable es que se convierta en una compañía sólida en un futuro.
Existen muchos ejemplos de empresas que nacieron en tiempo de crisis y que gracias a la visión de sus fundadores no sólo lograron superar la época de recesión, sino que llegaron a convertirse en grandes empresas de alcance mundial: Microsoft, Fedex y General Electric.
Existen muchos modelos a seguir a la hora de iniciar un negocio en tiempos difíciles, sin embargo hay uno que se adapta muy bien a la coyuntura económica que estamos viviendo.
El modelo ideal a utilizar cuando solo se cuenta con recursos propios y con limitadas posibilidades de conseguir financiación responde a la siguiente forma: Capital propio > Análisis de necesidades > Análisis del entorno > Idea > Modelo de negocio.
Del modelo propuesto, los recursos se traducen en la parte fundamental del emprendimiento y lo constituyen tus bienes, es decir, todo lo que posees y que puedes aportar al proyecto; además del dinero que tengas en el banco o préstamos familiares que puedas conseguir, también incluyen los conocimientos, las ganas y el esfuerzo que quieras ponerle al proyecto.
Entre los consejos para emprender, es vital que hagas un análisis de cuáles ideas se podrían adaptar a tus recursos. Si estos son limitados, podrías orientar tu negocio hacia el área de servicios, ofrecer lo que mejor sabes hacer: tus habilidades.
Otro aspecto fundamental que cualquier emprendedor debe considerar es el análisis de la competencia, pero no sólo de las grandes empresas; pues tu gran competidor podría ser alguien igual a ti, dispuesto a ofrecer un servicio más económico, atractivo o rápido que el tuyo.
Busca personas igual de comprometidas que tú, que compartan tu idea, complementen tus habilidades y que puedan aportar valor a tu negocio, sin que eso signifique crear una sociedad.
Para finalizar, una vez que pongas en marcha tu idea, recuerda que el tiempo es un factor fundamental del emprendimiento en tiempo de crisis.
