Fecha de publicación: 22-08-2016
No poseen vegetación alguna y sus playas de arenas blancas, cálidas aguas y poco oleaje, son prácticamente vírgenes.
Estas dos pequeñas islas de aguas cristalinas y olas calmadas se han convertido en el sitio de esparcimiento de muchos turistas nacionales, constituyéndose en todo un atractivo turístico por excelencia, muy visitadas en temporada vacacional.
Hacia el extremo occidental del Boulevard Fernández Padilla, entre las 7 de la mañana y 12 del mediodía, los visitantes tienen la posibilidad de trasladarse hasta las islas usando uno de los tantos peñeros que prestan el servicio desde allí. El viaje dura aproximadamente 45 minutos y el retorno está previsto a las 4 de la tarde, ya que no se permiten las pernoctas en el lugar.
La ruta es bien agitada debido al oleaje, por ser mar abierto, por ello es importante seguir las recomendaciones de los lancheros quienes indican que debemos permanecer sentados y no llevar artículos en la mano como teléfonos celulares, equipos de música y mini juegos de video, entre otros, que puedan dañarse si se mojan con agua salada.
Aquí son muy conocidos sus pozos de azufre a los que se les atribuye propiedades curativas. Una de las isletas posee yacimientos de este mineral, los cuales tienen bondades medicinales y nutritivas para la piel, según relatan los habitantes de esta región. Muchos de los turistas que la visitan se untan el azufre y se lo dejan secar al sol, para luego retirárselo con el agua del mar, una práctica verdaderamente relajante.
Ideal para tratamientos de belleza, medicinales y relajantes, de los pozos de azufre se puede extraer barro para mascarillas corporales ya que tiene elementos desinfectantes y antimicóticos para una piel más bella. Se pueden encontrar caminando hacia el oeste de la isla, luego de diez minutos del área de bañistas.
A pesar de que cada piel es diferente, envolverse en ese fango extraído de los pozos indiscutiblemente hará trabajar todos los componentes minerales en nuestro cuerpo, para ayudarlo a liberarse de contracturas musculares, tensiones, agotamiento y alteraciones nerviosas causadas por el estrés, aliviar los dolores de articulaciones y músculos, revitalizar el sistema circulatorio, además de tonificar e hidratar la dermis.
Existen unos pocos árboles en las orillas en donde los visitantes se pueden ubicar para pasar el día, y por la escasa vegetación, se recomienda llevar sombrillas o toldos, además de los refrigerios necesarios para el día, ya que por ser islas vírgenes totalmente deshabitadas, Imparques no ha concedido el permiso de instalar ningún tipo de comercio para la venta de alimentos y bebidas.
En las Isletas de Píritu, la belleza no solo se puede admirar en la superficie, el fondo del mar guarda un espectáculo digno de apreciar. Pepinos de mar, erizos, estrellas marinas y mucho más, podremos observar con solo utilizar nuestra careta de snorkel para deleitarnos con la riqueza de la fauna marina.
Y si de gastronomía local se trata, nada mejor que una catalana recién pescada acompañada de tostones y ensaladas para satisfacer el paladar. Este plato tradicional oriental usted lo podrá degustar durante su estadía en las Isletas de Píritu, ya que existen prestadores de servicio que ofrecen ventas de comidas, alquiler de toldos y sillas.
Si quieres visitar este spa tropical, busca hoteles, posadas y más en Infoguia ¡En un click, lo encuentras todo!