Factores a considerar al aplicar energía hidráulica

Fecha de publicación: 11-01-2018

Veamos aspectos importantes que deben ponderarse al planificar el aprovechamiento de la energía hidráulica .

El uso de la energía que genera la fuerza de las aguas en movimiento, conocida como energía hidráulica, tiene diversos aspectos positivos, como por ejemplo el hecho de que, debido al ciclo del agua, su disponibilidad es inagotable; es una energía limpia que no produce emisiones tóxicas durante su funcionamiento.

Además, los embalses que se construyen para generar energía hidráulica, permiten el almacenamiento de agua para la realización de actividades recreativas y el abastecimiento de sistemas de riego; pueden regular el caudal del río evitando riesgos de inundación en caso de crecidas inusuales.

Desde el punto de vista socio-económico, la gran ventaja de la energía hidráulica o hidroeléctrica es la eliminación de combustibles. El costo de operar una planta hidráulica es casi inmune a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles como el petróleo, carbón o gas natural. Además, no hay necesidad de importar combustibles de otros países.

Las plantas hidráulicas también tienden a tener vidas económicas más largas que las plantas eléctricas que utilizan combustibles. Hay plantas hidráulicas que siguen operando después de 50 a 99 años. Los costos de operación son bajos porque las plantas están automatizadas y necesitan pocas personas para su operación.

Como las plantas hidráulicas no queman combustible, no producen directamente dióxido de carbono. Muy poco dióxido de carbono es producido durante el período de construcción de las plantas, pero es poco, en comparación con las emisiones de una planta equivalente que quema combustibles.

Ahora bien, aunque el uso de la energía hidráulica conlleva esta serie de aspectos positivos, también debemos detenernos a pensar en las desventajas que puede llegar a representar su implementación.

La construcción de grandes embalses puede inundar importantes extensiones de terreno, obviamente en función de la topografía del terreno aguas arriba de la presa, lo que podría significar pérdida de tierras fértiles y daño al ecosistema, dependiendo del lugar donde se construyan.

En el pasado se han construido embalses que han inundado pueblos enteros. Con el crecimiento de la conciencia ambiental, estos hechos son actualmente menos frecuentes, pero aún persisten;

Presas y embalses pueden ser elementos destructivos de los ecosistemas acuáticos. Por ejemplo, estudios en esta área temática han mostrado que las presas en las costas de Norteamérica han reducido las poblaciones de Trucha Septentrional común que necesitan migrar a ciertos lugares para reproducirse. Hay muchos proyectos de investigación para ubicar soluciones a este tipo de problemas.

Las represas cambian los ecosistemas en el río aguas abajo. El agua que sale de las turbinas no tiene prácticamente sedimentos. Este aspecto puede dar como resultado, la erosión de los márgenes de los ríos.

Cuando las turbinas se abren y cierran repetidas veces, el caudal del río se puede modificar drásticamente causando una dramática alteración y afectación en los ecosistemas.

Otro elemento importante, es el hecho de que los grandes represamientos de agua pueden resultar afectados por casos de fenómenos atmosféricos o climáticos como por ejemplo El Niño.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX la conciencia conservacionista ha crecido, por parte de las personas, gobiernos y organizaciones ambientalistas independientes o no gubernamentales. Actualmente las medidas para reducir el impacto ambiental forman parte integrante de todos los proyectos financiados por instituciones de crédito multilaterales como es el caso de las represas para la generación de energía eléctrica.