Las empanaderas, riqueza cultural y culinaria de Margarita

Las empanaderas de Margarita son el símbolo fiel de trabajo, esfuerzo y tenacidad, reflejo de la mujer neoespartana.

Las empanaderas de Margarita pertenecen a un selecto grupo de genuina tradición insular, integrado por amas de casa, quienes por décadas han hecho de esta ardua labor, una profesión digna que les ha servido como impulso económico para el sustento de numerosos hogares.

En Nueva Esparta, las empanaderas representan una institución que merece todo el apoyo posible, en razón a su significado tradicional, turístico y social.

Son cientos de mujeres las que desempeñan este noble oficio, cuya difusión es de tal magnitud, que podríamos afirmar que no existe calle, avenida y pueblo de Margarita donde no se consigan estas mujeres de trabajo, quienes diariamente, desde bien temprano, calientan sus calderos llenos de historias para preparar diversas variedades que serán consumidas con un gran gusto, por quienes se han habituado a desayunar con las suculentas empanadas margariteñas.

Como todos sabemos, la empanada de cazón es la reina de las empanadas margariteñas, en razón a que nuestro generoso Mar Caribe ofrece con abundancia este pez marino cartilaginoso, de piel áspera y color gris plateado. Tanto turistas como residentes, tienen especial predilección por este suculento plato, muy tradicional y de alta demanda.

Aunque no se sabe a ciencia cierta quien preparó la primera empanada de cazón, son las más tradicionales de Margarita y pueden encontrarse en cualquier esquina, debajo de un frondoso árbol, al aire libre, en carritos empanaderos o en modernos kioscos en la avenida 31 de Julio, vía Playa El Agua y con una destacada participación en el populoso Mercado Los Conejeros en el Municipio García.

En el extendido mundo de las empanaderas, estas tenaces mujeres son de carácter alegre y conversador, con muchas historias que contar. En su puesto de ventas, para redondear el ingreso hogareño, preparan para pasar la empanada, el tradicional papelón con limón, buenos jugos naturales y el cafecito guayoyo.

Por su significado y por contribuir con el gentilicio insular, las empanaderas de Margarita y junto a ellas las sabrosas empanadas de cazón, continuarán siendo el binomio que reina y reinará en la extendida gastronomía margariteña.

A través del tiempo, debemos recordar que las primeras empanadas se vendían a un centavo, paulatinamente una locha y un medio. Con la inflación y el costo de la vida las empanadas subieron a un real, real y medio, un bolívar, cinco, diez, veinte y así sucesivamente… Sin embargo, al saber la sabrosa recompensa que le espera a su paladar, la gente lo paga con gusto.