Consejos para ser ecológicos al tomar una ducha

El momento de nuestro aseo personal, buena oportunidad para contribuir con la preservación de los recursos naturales.

Aunque no lo parezca, en casa podemos cambiar muchos paradigmas y actitudes que nos permitirán contribuir día a día, a preservar los recursos naturales, a minimizar los niveles de contaminación y en fin, reducir la “huella ecológica” que cada una de nuestras acciones deja en el planeta.

Por ejemplo, una de las acciones que marca nuestra cotidianidad, es el aseo personal. En un baño gastamos entre 70 y 100 litros de agua. Pero cuando nos duchamos usamos solo unos 30 litros, por lo que una ducha es mucho más ecológica que un baño.

Sin embargo, el gasto de agua y energía depende de otros factores como la frecuencia de las duchas o el tiempo que pasemos bajo el grifo.

Por otro lado, dependiendo del tipo de clima, podemos reducir la frecuiencia de las duchas o proponernos invertir menos tiempo bajo el chorro de agua, y seremos más ecológicos.                                                                                                                                                  Según algunos estudios que se han hecho en este sentido, está demostrado que 4 minutos bajo la ducha es suficiente para asearse adecuadamente. Si se nos dificulta tomar el tiempo, podemos ayudarnos colocando una alarma para intentar hacerlo en ese lapso.

Para nuestro aseo diario, otra buena idea en la onda de la conservación ambiental, es incorporar el uso de jabones naturales. Los podemos encontrar en tiendas especializadas o mejor aún, o podemos hacerlos nosotros mismos, con la ventaja de que estaremos ahorrando mucho dinero y podemos adecuarlos a las características de nuestra piel.

Hay muchas recetas para fabricar jabones naturales caseros, un ejemplo son aquellos que llevan esencias. Para ello necesitaremos una barra de jabón de glicerina natural y las gotas de esencia del aroma que más nos guste para nuestra piel.

Sólo hay que rallar la barra de jabón y colocarla en una olla en baño de maría Cuando esté líquido, apagamos el fuego, añadimos las gotas de aceite esencial, lo colocamos en un molde y lo dejaremos enfriar hasta su solidificación.                                                                  Siguiendo esta sencilla receta, podemos elaborar jabones con diversidad de fragancias y colores para nuestras duchas y baños.

Si no disponemos del tiempo, podemos encontrar una amplia oferta de jabones artesanales hechos con aceites vegetales totalmente naturales y muy beneficiosos para el cuidado de nuestra piel.

Las sales de baño también son un elemento que ayudará a relajarnos y hacer nuestro baño aún más placentero. Poseen propiedades beneficiosas, actúan como relajantes de los músculos, combaten el estrés y nos proporcionan una dosis de energía y de revitalización siempre necesarias, por la acción de sus minerales.                                                                                                                                              No usemos aquellas de las tiendas con perfumes y aditivos tóxicos por lo general, sino que podemos prepararlas de forma natural.          

En un recipiente, colocamos un kilogramo de sal, una cucharada sopera de bicarbonato de sodio, tres cucharadas de sulfato de magnesio, aceites esenciales, unas cien gotas combinando diversos olores y, si queremos algo de color, colorante alimenticio, por ejemplo, azul. También, para darle un mayor efecto, podemos añadir flores secas.

Guardamos la mezcla en un tarro grande y agitamos bien para que todo se mezcle convenientemente. Después lo distribuimos en tarros más pequeños para su almacenamiento. No hagamos demasiadas porque su efectividad dura unos 3 meses.

Sin duda la ducha es un sistema de higiene más adaptado a la vida moderna y como se ha dicho, sirve de estimulante matutino casi tanto como un buen café o un té.

Además, podemos utilizar jabones naturales de ph neutro, alternándolos con duchas en las que solo usemos champú para el cabello.