Recomendaciones para la cría ecológica

Fecha de publicación: 12-11-2014

Cada vez más, la visión ecológica para la cría del ganado tiene un mayor arraigo en el mundo. .

Tomando en consideración el principio de la ecología que contempla las relaciones armónicas y sustentables de los seres vivos con su entorno, existe una serie de prácticas involucradas con la cría de ganado, en concordancia con este precepto.

Uno de los elementos a considerar en la cría ecológica, está relacionado con la alimentación que se suministra al ganado. Se recomienda el uso de alimentos naturales u orgánicos, que no sean sintetizados.

Otro elemento que entra en juego en la alimentación con sentido ecológico, es evitar el uso abusivo o inadecuado de pesticidas, sustancias tóxicas o abonos químicos en lo que concierne al cuidado de los pastizales que sirven de alimento a los animales, en otras palabras, la sana relación con la práctica agrícola en función de la alimentación de las especies.

También debe considerarse la cría en los espacios adecuados, en extensiones de terreno suficientemente grandes para que el ganado no sufra de hacinamiento. Este elemento debe regir incluso en el proceso de traslado o transporte de las especies a los centros finales de procesamiento.

Este aspecto es significativo para la obtención de alimentos derivados del ganado mucho más sanos, ya que los animales no han pasado por el trauma que representa el encierro en jaulas, privados de libertad, hacinados en granjas industriales: de esta manera, también se previenen todas las enfermedades derivadas de la cría industrial intensiva, generadas por el estrés del manejo y traslado, escasa luz solar, poco ejercicio al aire libre y exceso de medicación.

La cría de especies de ganado autóctono constituye otra variable que se debe considerar, así se contribuye con el bienestar de la especie pues, serán criadas en un espacio natural que reúne las condiciones climáticas y ambientales a las cuales estén adaptadas.

Mejorar las condiciones de crianza del ganado impactarán directa y positivamente en la calidad de las carnes, productos lácteos y demás derivados, lo que redundará en beneficios para el consumidor.