Vivir en otro país con menos de 25 años

Fecha de publicación: 12-09-2017

Para radicarse en el extranjero, estudiar o trabajar, importa manejar la información del país de destino.

Estudiar y trabajar en el extranjero se ha convertido en objetivo de muchas personas y aunque no se registra una edad específica para tomar esa decisión, es una motivación que se evidencia más en los jóvenes, bien sea para aprender otros idiomas, cursar carreras universitarias, conocer otras culturas o en la búsqueda de mejoras de su situación en el país de origen.

La experiencia que representa estudiar, trabajar y vivir en el extranjero permite desenvolverse en situaciones a las cuales no se está acostumbrado, haciéndonos más proactivos y como resultado, aptos para encontrar soluciones que mejorarán nuestras condiciones de vida, tanto en el aspecto personal como profesional.

Al decidirnos ir a vivir fuera de nuestro país de origen debemos tener conciencia que nuestro mayor activo somos nosotros mismos, por tanto hay que invertir en nuestra preparación ya que no debemos pasar por alto que la decisión que hemos tomado, muchos también la han adoptado, así que la competencia en el mercado estudiantil y laboral es intensa y solo los mejores formados lograrán destacarse.

Sin embargo, muchas personas cuando toman la decisión de radicarse en otro país, esperan encontrar en el nuevo destino, las mismas cosas que en su nación de origen y cuando llevan unos días, no logran adaptarse tan rápido como suponían y se sienten desanimadas o decepcionadas por lo que consideran un fracaso. Para evitar esta situación, es importante contemplar algunos elementos de particular interés.

El aprendizaje del idioma del país de destino debe ser uno de los principales objetivos, ya que al dominar el idioma será más sencillo manejarse y desenvolverse en el día a día y poder conseguir posteriormente las metas propuestas, como continuar con estudios de pre o post grado, trabajar o establecerse en ese mismo país.

En este sentido, el inglés es el principal idioma en más de 50 países del mundo. Saber dominarlo es ampliar infinitamente las posibilidades de desarrollo y éxito. Esto no es una moda pasajera debido a la crisis, el hecho de estudiar en el extranjero permite enriquecer el aspecto personal y profesional, abrir la mente para visualizar las cosas desde muchos puntos de vista, de esta forma podremos ofrecer el perfil que buscan las empresas, corporaciones o transnacionales; es en otras palabras, ser capaces de desenvolverse en cualquier entorno, país e incluso, con la madurez y preparación para trabajar con personas de diferentes culturas.

Una buena opción para conocer la experiencia que supone estudiar en el extranjero antes de radicarse por un tiempo prolongado, es realizar un curso de verano o para el aprendizaje del idioma, de esta forma el estudiante experimenta las sensaciones que representa estar en un país que no es el suyo y a la vez podrá contactar con personas de diferentes culturas, así, para una próxima ocasión, el choque no será tan brusco.

Para salir a estudiar en el extranjero, es recomendable conocer de antemano las leyes de inmigración del país de destino, el desconocimiento de dichas leyes puede significar un fracaso en la consecución de los objetivos, incluso a veces hasta la deportación, dependiendo del país.

Cada destino implica cumplir unas normativas diferentes y no es lo mismo estudiar en Norteamérica, Europa o en otros países que están fuera de la Comunidad Europea como Australia, Nueva Zelanda y Canadá que permiten el derecho a trabajar con el visado de estudiante sin límite de edad.

Datos del país de destino como su ubicación geográfica, el clima, el tipo de comida, la situación económica y política, el mercado laboral, posibilidades de progresar, ayudas gubernamentales, entre otros, son factores determinantes para que el proceso de adaptación sea lo más rápido y menos traumático posible, permitiendo enfocarse de manera específica en lo que son realmente los objetivos de estudio y trabajo. Buena parte de esta información se puede ubicar gracias a internet, donde se podrán encontrar numerosos blogs o sitios web con información de muchas naciones y destinos.

Tal como se desarrolla el mundo en que vivimos, nos espera un futuro donde la capacidad para desplazarse y saber adaptarse será un requisito para trabajar, las comunicaciones nos permitirán movernos más fácilmente y a la vez podremos trabajar desde cualquier lugar. En general, para las personas que deciden estudiar en el extranjero por primera vez y sin la experiencia de haber viajado a otros países, supone un crecimiento personal, haciendo que la persona amplíe sus posibilidades de éxito a todos los niveles.