Fecha de publicación: 07-08-2018
Vender cosas de segunda resulta una excelente alternativa para deshacernos de aquellos objetos o pertenencias que ya no utilizamos y que ocupan un valioso espacio en nuestra casa, al tiempo que nos da la oportunidad de obtener una ganancia monetaria.
Pero como todo negocio, tratar de vender cosas que ya han sido utilizadas tiene sus trucos y podría llegar incluso a ser un poco más complicado que vender artículos nuevos; esto debido a que muchas personas suelen ser quisquillosas al momento de comprar objetos que ya han sido usados.
Por las razones antes expuestas, debemos cuidar una serie de detalles a la hora de vender, como por ejemplo, darle mayor relevancia a la calidad antes que la cantidad, factor que va de la mano con el estado en el que se encuentra el objeto que queremos vender. Porque el hecho de que queramos vender algo que ya ha tenido uso, no quiere decir que debamos vender objetos rotos o en mal estado.
Otro factor importante a considerar es que siempre se debe pedir un monto mayor del que realmente se desea obtener, ello en función de los regateadores. De este modo no se perderá dinero y a la vez, será más sencillo realizar la venta.
En el caso de que hagamos la venta a través de una tienda, también debemos considerar el margen de beneficio que esta obtendrá por colocar el producto en el mercado, este porcentaje puede ir entre el 20% y el 50% dependiendo si es tienda física o tienda online.
Si deseamos obtener dinero adicional vendiendo artículos o pertenencias de segunda mano pero aún no estamos totalmente claros en que tipos de objeto podrían ser, a continuación presentamos una lista de ejemplos de pertenencias que quizás no utilizamos y que podríamos vender:
Libros, revistas, pósters o afiches, instrumentos musicales, cuadros y marcos, consolas y video-juegos, prendas de vestir y calzado, accesorios como pulseras, anillos o collares, recipientes de vidrio, muebles, equipos deportivos, cintas de video y casetes, bicicletas y triciclos, monedas antiguas, sellos, postales, estampillas, antigüedades, juguetes, piezas de artesanía, prendas de oro y plata, celulares y computadoras en desuso, herramientas de construcción, entre otros.
Antes de poner a la venta cualquiera de estos objetos o algún otro que consideremos que podemos vender, debemos tomar en cuenta el público al cual nos vamos a dirigir, por ejemplo, en una tienda física es más probable que sean adultos mayores quienes frecuenten las ventas de antigüedades, mientras que si se trata de un público más juvenil, de seguro se sentirán más atraídos por las tiendas online y las redes sociales.