¿Cómo tapizar una silla?

Gracias al tapizado de sillas, además de renovar la decoración de nuestro hogar, podremos ahorrar dinero, al no tener que invertir en la adquisición de un nuevo mueble.

El desgaste producido por el roce con los tejidos de la ropa, termina por atenuar los colores de los tapizados de nuestras sillas a medida que pasa el tiempo. Además, la acción reiterada de sentarse, ocasiona un endurecimiento del acolchado que hace incómodos los asientos.

Por estas razones, es conveniente tapizar o “re-tapizar” las sillas. Con esta acción, no solo le estaremos alargando la vida útil a nuestras sillas, sino también, representará un significativo ahorro en el presupuesto familiar, al no tener la necesidad de adquirir nuevas piezas.

¿Cómo tapizar una silla?

1.       El primer paso para volver a tapizar nuestras sillas, consiste en crear un soporte adecuado para que la silla resista nuestro peso. Para lograrlo, utilizaremos cintas de tapizado creando un entramado entre ellas, formando líneas verticales y horizontales.

2.       En este sentido, debemos grapar un extremo de la cinta a uno de los lados de la estructura del asiento. Luego, tensamos fuertemente y lo fijamos al otro lado de la estructura con la grapadora y cortamos la cinta sobrante. Debemos repetir el procedimiento tanto como sea necesario, con el fin de cubrir toda el área del asiento. El siguiente paso consiste en repetir el mismo procedimiento pero con tiras transversales y entrecruzadas con las anteriores, las cuales fijaremos de igual manera a la estructura.

3.       Finalmente y para garantizar la firmeza de la base, colocaremos un trozo de tela en la parte superior de la estructura del asiento. La fijamos a esta con dos filas de grapas bien juntas entre ellas, con una separación no mayor a 1,5 centímetros, asegurándonos de que quede bien tensa.

4.       Para confeccionar el cojín y lograr que quede bien mullido y cómodo, se debe usar goma espuma de distintos tamaños y colocarla en forma piramidal.

5.       Con las tijeras se corta un trozo de espuma de 30 milímetros de espesor, de tal manera que sobresalga unos 3 centímetros por los 4 lados del bastidor y se fija con grapas. Luego, cortaremos otros dos trozos de goma espuma, esta vez de 20 milímetros, el primero con una extensión menor que el anterior y el segundo, menor al que le antecede.

6.       Con pega espacial o adhesivo para textiles, unimos las distintas piezas hasta conformar una pirámide, la cual se cubrirá con un trozo de goma espuma más fino que irá fijado al bastidor, de esta manera, habremos compactado la estructura y obtendremos una forma adecuada.

7.       Para colocar la tela, se corta de manera tal que podamos dejar un margen de unos 10 centímetros por cada lado de la estructura o bastidor. Se debe colocar bien centrada y asegurarse de que los dibujos o estampados, si es el caso, queden ubicados correctamente. Se tensa, para que no queden arrugas ni imperfecciones y sin que los pliegues que realicemos en la parte posterior, lleguen a la parte superior del asiento. El siguiente paso es grapar la tela al bastidor.

8.       Para rematar el trabajo en la parte inferior, instalaremos una pieza de tela de algodón que haga juego con los motivos elegidos, la cual será muy útil para tapar los pliegues de nuestro tapizado.

La técnica que hemos revisado respecto al asiento, se puede repetir si es el caso de que nuestra silla tenga el espaldar tapizado o revestido, de manera que la nueva tela que hemos seleccionado para el asiento, haga juego con el área utilizada para apoyar la espalda.