Cómo ser diseñador freelance

Cada día son más los emprendedores en el mundo, aquellos que, tomando como base el capital de sus conocimientos, habilidades y destrezas, intentan abrirse paso en su área de trabajo. Uno de los profesionales que con mayor proyección intenta emprender su propio negocio, es el diseñador gráfico.

A continuación presentamos algunas consideraciones de especial interés para aquellos diseñadores que desean trabajar freelance, con una base sólida que les permita proyectarse de manera exitosa.

Cómo ser diseñador freelance

Estimar costos. Trabajar como diseñador freelance implica un esfuerzo de inversión previa para comenzar con la actividad, así como costos operativos y de logística como telefonía, tarifas de internet, papelería, pago de impuestos, entre otros. Este aspecto debe considerarse en la estimación del valor de los servicios prestados a los clientes.

Un sitio apropiado para trabajar. Este tema también está asociado a los costos de inversión. La oficina marca una diferencia entre el lugar de trabajo y el lugar de residencia, pero en el caso de un freelance no suele ser de esa manera. Por ello se debe buscar un ambiente apropiado en casa dedicado exclusivamente al trabajo o alquilar un espacio dentro de las posibilidades financieras que implica el inicio de una carrera laboral independiente.

Darle nombre al emprendimiento. Básicamente existen dos posibilidades para la denominación: hacer de nuestro propio nombre una marca o bien crear un nombre/marca que se considere que es más representativo de nuestra actividad o estilo, además de poder ser más reconocible.

Los criterios para crear un nombre son: Corto, fácil de pronunciar, no ofensivo en ninguna lengua, preferiblemente con connotaciones positivas y apto para ser registrado. En cuanto al sistema visual debe ser: único, reflejo de las características de la empresa, atemporal, fácil de reproducir en toda clase de materiales y tamaños, combinable con otros símbolos y marcas, apropiado para distintas circunstancias y aceptable para todas las culturas y religiones.

Un mentor. Empezar como freelance no es del todo sencillo, sin embargo, relacionarse con personas del mismo ámbito laboral y profesionales con experiencia, sin duda es de gran ayuda. Establecer relaciones con alguien que trabaja en el mismo sector funciona a la hora de resolver cualquier duda o pedir un oportuno consejo.

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Contar con un portafolio. Tener un portafolio es fundamental ya que es una muestra del trabajo y el estilo desarrollado. Y tan importante como tenerlo, es darlo a conocer a través de todos los medios, para ello, las redes sociales se han convertido en el mejor aliado para difundir el perfil de numerosos emprendedores. El portafolio debe enriquecerse de forma continua, adaptándolo a las exigencias del mercado, por eso se suele decir que un portafolio para un profesional siempre es un trabajo en proceso.

Comercializar servicios. Los diseñadores freelance no sólo tienen que diseñar, sino aprender a vender su trabajo. Hay que aprender a comercializar y promover el talento creativo si se ha tomado la decisión de iniciar una carrera independiente. El diseñador debe hacer un esfuerzo para tener conciencia de las fortalezas y debilidades, a quién le puede interesar su trabajo y cómo podría llegar a los potenciales clientes.

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Actualizar conocimientos. Estar informados de las novedades que haya en el sector, conocer a otros profesionales, asistir a eventos, estar al tanto de las noticias de actualidad, reinventarse aprender y evolucionar es imprescindible mantenerse y crecer en este negocio.