Cómo ser coach

No se trata solo de hacer un curso inicial de preparación, sino que es necesario complementar los conocimientos que se vayan adquiriendo e investigar las novedades que vayan surgiendo, en otras palabras, actualizarse y nunca dejar de aprender.

Para aquellos que desean acompañar a las personas a hacer realidad sus sueños, es fundamental la preparación y la formación para convertirse en coach. Para ello, en la ciudad de Caracas se encuentran diversas instituciones que imparten cursos de formación para coach, solo se deben revisar las distintas ofertas y seleccionar aquella que más se adapte a sus requerimientos.

También es importante aprender de los coach acreditados, quienes impartes talleres y seminarios a nivel nacional, para de esta forma, convertirse en un personaje de referencia dentro de esta área.

Como todo oficio o profesión, ser coach requiere dedicación, tiempo y esfuerzo, pero la recompensa es inmensa al tener la satisfacción de acompañar a alguien a alcanzar sus metas.

La capacitación de un coach debe ser constante

La formación necesaria para hacer coaching se traduce en el aprendizaje de una serie de técnicas que les permitirán crecer de forma personal y a su vez, hacer una excelente labor a quienes estén interesados en desarrollar esta carrera. Sin embargo, más allá de las técnicas impartidas en cursos de certificación, quienes deseen dedicarse como coach, deben desarrollar una serie de habilidades.

Autoconocimiento. No se puede ayudar a otra persona sin antes hacer un análisis profundo de uno mismo, por lo tanto, si se desea ser coach, es preciso conocer las habilidades propias y aquellos aspectos que se necesiten mejorar o complementar. Esa exploración interior les permitirá brindar lo mejor de sí a sus coachees.

Escucha activa. Saber escuchar a la otra persona es fundamental para el coaching, pero no se trata solo de escuchar sus palabras, lo que dice, sino de comprender lo que no dice, es decir, el lenguaje gestual, la forma de hablar, sus gestos y las emociones que transmite y las que no cuando habla.

Escuchar activamente a una persona supone estar muy atento, dejar que hable, que se exprese y sobre todo, no permitir que nuestras creencias y conceptos se interpongan.

Capacidad para mejorar. Un proceso de coaching requiere una alta dosis de motivación, puesto que el coach necesitará transmitirle al coachee, mucha energía positiva y hacer que surja en él la motivación para trabajar por hacer realidad lo que desea. A medida que avanza un proceso de coaching se realizarán progresos y medir esos progresos, constituye la base perfecta de la motivación.

Habilidad para generar confianza. El coaching supone conocer aspectos muy personales del coachee por lo que es preciso saber crear un clima de confianza para que el coachee se sienta seguro y exprese todo lo que necesite. Esto se logra estableciendo principios y valores desde el inicio del proceso de coaching, de forma que exista un compromiso por ambas partes.

Empatía con el coaching. La empatía es otro rasgo esencial que debe poseer y desarrollar el coach. Supone la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona y entender cómo se siente y por qué. Esta habilidad se puede trabajar y desarrollar a través de la formación para ser coach.

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