¿Cómo prevenir el contagio con el VIH?

Fecha de publicación: 11-09-2017

Siguiendo estas importantes recomendaciones, podremos evitar en gran medida, los riesgos de contagio con el VIH.

El VIH se encuentra en todos los líquidos orgánicos de aquella persona que lo posee: sangre, semen, saliva, lágrimas, leche, calostro, orina, secreciones uterinas y vaginales y el líquido pre-seminal. Pero solamente la sangre, el líquido pre-seminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna presentan una concentración suficiente como para producir su contagio.

Las secreciones infectadas con el virus entran en contacto con heridas en la piel o las mucosas de la boca, nariz, vagina, el recto o la uretra. Es así como el VIH puede transmitirse a través del sexo vaginal, oral y anal sin protección, como también mediante el contacto con la sangre y otros fluidos corporales.

Manejar de manera oportuna la información adecuada y objetiva sobre los focos de contagio del virus, nos permitirá asumir las medidas necesarias para prevenir ser infectados. A continuación presentamos algunos consejos al respecto…

Evitar el abuso de sustancias. Lo primero que debemos hacer es dejar de consumir alcohol y drogas, ya que ciertos tipos de drogas como las intravenosas, pueden aumentar la probabilidad de contraer el VIH, por esta razón, nunca se deben compartir agujas o jeringas pues pueden transmitir el virus fácilmente de una persona a otra. Nunca deben utilizarse drogas recreacionales inyectables ni jeringas. Quienes sufren de drogadicción, deben buscar ayuda y orientación para superar este grave problema que potencia en gran medida el riesgo de contagio

Efectuarse la prueba de detección del VIH junto con la pareja. Los exámenes frecuentes pueden ayudar a ambos miembros de la pareja a estar protegidos. Ser honestos con nuestras parejas, también es otra manera de protección, ya que algunas personas mienten al decir que se practicaron la prueba o sobre los resultados que tuvieron, por ello es aconsejable practicarse el examen en conjunto.

La monogamia. La mejor manera de prevenir la infección por VIH es la abstinencia, sin embargo esta opción no es muy realista a largo plazo. El sexo en las relaciones monógamas es el único que no conlleva el riesgo de contraer el VIH, siempre que ambos compañeros no posean la enfermedad ni se expongan a otros factores de riesgo. Permanecer con la misma persona y realizarse la prueba del VIH junto con a la pareja a intervalos anuales,  permitirá asegurarse de estar libre del virus.

Usar siempre protección. Solo es procedente dejar de usar protección si se está en una relación monógama y ambos miembros de la pareja están libres del VIH o de cualquier otra enfermedad de transmisión sexual. Esta es la parte más importante en la prevención del VIH. El sexo con protección es la opción más segura para ambos integrantes de la pareja, si alguno de los dos está en riesgo o es portador del virus. Es fácil decir "solo esta vez" para convencerse de no usar protección, sin embargo eso es todo lo que se necesita para contraer el virus: un solo contacto. Por este motivo, es mejor estar seguro e insistir en usar protección. Las opciones incluyen condones masculinos, condones femeninos o barreras de látex bucales.

Usar el condón correctamente. Los condones pueden parecer complicados, pero en realidad es fácil aprender a usarlos. El uso correcto del condón es crucial para prevenir el contagio del VIH, ya que un preservativo roto o mal usado es tan efectivo para prevenir las enfermedades como no usar un condón en lo absoluto. Guardar los condones correctamente lejos de la luz del sol y en un lugar fresco y seco para garantizar su calidad es primordial.

Uso de lubricante. Aunque no parezca que el lubricante pueda prevenir el contagio del VIH, en la realidad, es muy útil. Cuando usamos condones nos exponemos a un riesgo grave si se rompe. La mejor manera de evitar que esto suceda es reducir su fricción con lubricante. Asimismo, es importante su uso en la práctica del sexo anal porque evita los desgarros en el cuerpo, al tratarse de una zona corporal donde se produce mayor fricción que en el sexo vaginal.

En cuanto a la transmisión del VIH en la relación madre-hijo es fundamental que la madre sepa que es seropositiva para poder recibir los cuidados adecuados durante el embarazo. En el momento del parto, donde hay más posibilidades de que una madre con VIH infecte al bebé a través de la sangre, la forma más segura de parto es por medio de la cesárea y en cuanto a la lactancia, las mujeres con VIH por lo general no deben darles el pecho a sus bebés para evitar la transmisión del virus.

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