Cómo limpiar el porcelanato

Los suelos de porcelanato suelen usarse en muchos casos, puede ser en los baños, cocinas, salas, etc. Esto es debido a que es un material que, aparte de ser elegante y sofisticado, es de gran duración.

Cómo limpiar el porcelanato

Los pasos para limpiar ese tipo de pisos son los siguientes:

1.       Retirar el polvo y la suciedad con un cepillo de cerdas suaves o en su defecto, usar la aspiradora.

2.       Mezclar agua con un producto suave y especial para quitar la suciedad del suelo o un detergente neutro.

3.       Fregar el piso con la mezcla.

4.       Dejar actuar por 5 o 10 minutos.

5.       Aclarar el suelo con agua totalmente limpia para que no queden manchas de detergente en la superficie.

6.       Se puede repetir este proceso hasta que todas las manchas hayan desaparecido.

Sin embargo, debe considerarse que hay muchos tipos de porcelanato, y cada uno de ellos requerirá un proceso de limpieza diferente.

Si el porcelanato está sin pulir:

1.       Se retiran todos los muebles del camino.

2.       Se barre el piso o se pasa la aspiradora para quitar toda suciedad.

3.       En un balde con agua caliente, se agrega lejía sin combinarlo con otra solución de limpieza

4.       Se distribuye en el piso.

5.       Se deja que la solución actúe sobre la superficie durante un tiempo sin

6.       Se limpian las juntas o se friega alguna parte que esté más sucia.

7.       Se pasa un paño limpio sobre todo el piso.

8.       Se echa agua limpia.

9.       Se puede repetir este proceso varias veces hasta que todas las manchas hayan desaparecido.

Si el porcelanato está pulido:

1.       Se usa un trapeador para barrer el polvo y quitar la suciedad.

2.       Se agrega un litro de solución de limpieza suave a un balde con agua caliente.

3.       Se limpiar la superficie con un trapeador limpio.

4.       Se puede agregar más solución y repetir el proceso todas las veces que sea necesario.

5.       Al terminar, se usa un paño limpio para secar el suelo.

Los errores comunes son el uso de lanas de acero para limpiar superficies porcelánicas. Sin embargo, estas partículas de acero pueden incrustarse en el azulejo o las juntas causando con el tiempo, manchas de óxido. Asimismo, los cepillos de cerdas duras o cepillos metálicos tampoco se recomiendan ya que pueden rayar la superficie del azulejo.

El mantenimiento de estos pisos no es complicado y es muy necesario. Lo recomendable es hacerlo diariamente ya que si no se cuida, puede romperse, mancharse o despedazarse.