Consejos para hacer un huerto en la escuela

Fecha de publicación: 01-07-2016

El desarrollo de un huerto escolar, se convertirá sin duda, en una extraordinaria experiencia didáctica para los niños .

En palabras sencillas, podemos definir al huerto escolar, como aquel espacio ubicado dentro de las instalaciones de un colegio, diseñado y destinado para la siembra de algunas especies vegetales y hortalizas.

Estos espacios en las instituciones educativas, representan una fuente de aprendizaje del alumno sobre el desarrollo de las plantas dentro de un medio determinado, al permitirle observar los cambios que sufren por efecto de la luz, la temperatura, el agua, los nutrientes que recibe del suelo y en general, por todos aquellos factores físicos, químicos y biológicos que intervienen en su crecimiento y desarrollo.

Para preparar y mantener un huerto escolar necesitamos herramientas que faciliten el trabajo con la tierra. Entre estas se encuentran el pico o piqueta, el rastrillo, palas, regadera, la manguera para el riego y los guantes de jardinería. Es importante recoger y guardar estas herramientas cada vez que se utilicen, para que no se dañen.

También los fertilizantes y abonos son necesarios para mejorar el crecimiento  de las plantas. Algunos abonos naturales son el estiércol de ganado vacuno o bovino, o el compost, que es elaborado con desechos vegetales.

El huerto escolar se puede construir en balcones, cajones grandes, materos o parcelas de terreno. Para ello, se debe escoger un lugar ventilado y con suficiente luz dentro de la escuela. El siguiente paso será limpiar el terreno, eliminando cualquier material de desecho, piedras, maleza u otros desechos para posteriormente humedecer y triturar muy bien la tierra para no formar pantano.

Después que el terreno esté preparado, se hacen surcos y se colocan en ellos las semillas previamente seleccionadas, dejando el espacio necesario entre ellas. Al regar, debe hacerse con abundante agua, sin excederse, para favorecer los procesos de germinación y desarrollo. Este riego es preferible hacerlo en horas de la tarde o en la mañana antes de que salga el sol, para minimizar el proceso de evaporación.

El último paso será cercar el huerto para que los animales no lo destruyan o bien,  para evitar que alguien lo pise de manera accidental. Este cercado se hará o no, dependiendo del lugar donde realizaron el huerto.

Para que las plantas del huerto escolar crezcan, deben cumplirse estas condiciones:

-Usar tierra con suficiente materia orgánica o mezclada con abono.

-Agregar la cantidad de agua adecuada para prevenir que las plantas se sequen, o se ahoguen. Se puede regar cada dos días o todos los días en las mañanas.

-Aplicar insecticidas naturales para evitar que los insectos y parásitos perjudiquen las plantas. Las lombrices en la tierra no son perjudiciales; por el contrario contribuyen a mantener el terreno, por eso podemos preservarlas.

-Eliminar las malezas, por lo menos una vez a la semana.

-Mantener el huerto en un lugar ventilado e iluminado.

-Se pueden cultivar plantas cuyas semillas, raíces, frutos u hojas sean comestibles. Además, si se dispone de un amplio espacio, se pueden cultivar limoneros y naranjos.

Entre los beneficios que ofrece el desarrollo de un huerto dentro de la escuela tenemos que tanto las hortalizas como los frutos cosechados se pueden utilizar en el comedor escolar. Al ser los niños los encargados de cuidar el huerto y cultivar los productos bajo la guía de sus maestros, además de estimular la relación con su docente, se convierte en un factor que estimula y motiva a los niños respecto al aprendizaje en la escuela.

Además de ello, si los productos cosechados no son utilizados en el centro educativo, por no contar con un comedor escolar, se pueden vender en la comunidad y las ganancias obtenidas permitirán mantener el huerto y comprar materiales para le escuela.

El huerto escolar se convierte en todo un laboratorio al aire libre, donde los niños pueden aprender sobre la naturaleza, la agricultura y la nutrición en un lugar que combina el disfrute y el esparcimiento rodeado de flores, arbustos, la sombra de los árboles y áreas de juego en un ambiente sano y la participación conjunta de compañeros y docentes.