Cómo hacer Constelaciones Familiares

Fecha de publicación: 16-10-2018

La duración de una Constelación Familiar puede variar, este taller puede tener una extensión de veinte minutos a una hora, todo dependerá de la dinámica desarrollada entre los participantes.

Un taller de constelaciones familiares es un trabajo de descubrimiento y liberación, que permite entender y liberar los patrones de la vida que nos hacen sufrir, descubrir y liberar lo que limita nuestra realización.

Las Constelaciones Familiares creadas por Bert Hellinger permiten descubrir las ataduras del pasado familiar que cada uno expresa involuntariamente a través de sus resentimientos, deseos, comportamientos, reacciones enfermedades.

A continuación compartiremos a modo de resumen, la manera de hacer una Constelación Familiar:

La persona muy centrada dice en una sola oración muy concreta el tema que quiere trabajar. Luego es posible que el terapeuta o “constelador”, le haga alguna pregunta sobre su familia. Es importante que el tema elegido sea esencial para la persona en el momento actual.

El terapeuta le dice entonces que elija entre los participantes presentes, representantes de algunos miembros de su familia. A veces solo hará falta elegir a un representante.

Estos representantes salen, se recogen internamente como para estar totalmente relajados y a partir de ese momento solo escuchan sus sensaciones. En alguna ocasión tendrán que decir una frase que se pronuncia sin ninguna emoción ni énfasis, de un modo neutro, como una constatación.

Así la dinámica interna de la familia surge en el silencio, a través de los desplazamientos, posturas y sensaciones de los representantes. El terapeuta dirige la evolución de la Constelación Familiar restaurando paso a paso, el orden, el respeto y el amor hasta conseguir liberar la energía bloqueada del tema propuesto por la persona.

Esa liberación permite experimentar cambios muy profundos y sutiles, a veces espectaculares, a veces inmediatos. Al cabo de varios meses se podrá apreciar una transformación profunda en la vida de la persona y sus familiares. Siente más fuerza y más paz, siente que por fin es ella misma y puede empezar a dirigir su propia vida, beneficiándose de la riqueza, el apoyo y el amor de las generaciones anteriores.

Es tan terapéutico hacer la constelación, para quien desempeña el rol de representante u observador, ya que en esa terapia el trabajo se hace a distancia, por resonancia, sin reflexionar y sin hablar. Es muy recomendable participar en varios talleres sin hacer su propia constelación, bien para prepararse, bien para reforzar su propia terapia.

Los cambios duraderos son frutos de tomas de conciencia globales, “holísticas”, psicosomáticas, no de decisiones racionales. Es un trabajo de una gran sencillez y sinceridad, muy conmovedor, sin teatralización de los sentimientos y su eficacia es sorprendente cuando la persona está dispuesta a cambiar.

La duración de los talleres puede variar. Una constelación puede durar de veinte minutos a una hora. Por otro lado, después de hacer el taller sobre un tema en concreto, se recomienda esperar unas semanas, permitiendo de esta manera que los procesos se pongan en marcha. Cuanto más profundo es el cambio, más tiempo cuesta ver el resultado

En este orden de ideas, adelantarse a realizar otra constelación puede interferir y anular la terapia. Por lo tanto, se suele dejar un lapso prudencial de dos meses entre cada constelación.

En cuanto a los resultados, de manera progresiva el participante comenzará a experimentar transformaciones positivas en su vida, sentirá una nueva energía, aunque los cambios más profundos requerirán de tiempo y paciencia.