Fecha de publicación: 06-08-2018
La infancia es uno de los momentos más importantes de la vida del ser humano ya que las vivencias experimentadas en esta etapa, repercutirán para el resto de su existencia y son precisamente los parques, los espacios apropiados para que el niño combine diversión, entretenimiento y aprendizaje, de la mano de los adultos.
A la hora de diseñar un parque, es importante tener como objetivo que el niño experimente de forma simultánea, disfrute, diversión, aprendizaje, en un espacio concebido especialmente para relacionarse sanamente con otros niños.
Los productos y materiales con los cuales se construyen los parques infantiles, deben cumplir con todas las normativas gubernamentales, con el fin de garantizar la seguridad de los pequeños.
En el diseño de parques especialmente concebidos para espacios abiertos o exteriores, pueden integrarse distintos elementos como columpios, muros y redes de escalada, diferentes tipos de toboganes, barras de equilibrios y escaleras. La diversidad y dimensiones de estos elementos, viene dada por el amplio espacio del cual se dispone. Todas estas diversiones deben ubicarse preferiblemente en secciones o áreas diferenciadas para niños de distintas edades, desde los más pequeños a los más grandes.
En el caso de los parques conceptualizados para espacios interiores, se pueden incorporar también, diversas opciones de entretenimiento como las camas elásticas, túneles de distintas diseños y tamaños, piscinas de pelotas y mucho más.
Obviamente, aunque los parques son concebidos en forma particular pensando en los niños, no se debe dejar de lado que los niños acuden a estos ambientes de la mano de sus padres, abuelos, hermanos mayores o representantes, por tanto, los parques deben contemplar en su diseño, lugares pensados también para la comodidad y esparcimiento de los adultos, como bancos, caminerías e incluso, aparatos para ejercicios, áreas de servicios, entre otros elementos.