Cómo constelar de forma individual

Fecha de publicación: 05-09-2018

Aunque la Constelación Familiar nació como una dinámica grupal en forma de taller, en la actualidad, muchas personas optan por constelar de manera individual.

Las Constelaciones Familiares se crearon como una terapia sistémica, de tal manera que en el desarrollo de un taller, la persona podía proponer a algunas personas del grupo para representar a determinados miembros de su familia. En la constelación grupal se evidencia la esencia del conflicto interior y el terapeuta acompaña a la persona hacia su resolución.

Hoy en día, cada vez son más las personas que se interesan por realizar una Constelación Familiar en Terapia Individual, siendo los efectos o resultados, muy semejantes.

Respecto al procedimiento de la Constelación Individual, resulta similar al de las constelaciones grupales, la diferencia esencial es que en lugar de representantes humanos, el terapeuta se apoya en muñecos y técnicas de visualización para guiar la constelación.

Se comienza realizando una entrevista para recoger la información necesaria y centrar el tema de la consulta. A continuación, se solicita a la persona interesada que elija y distribuya en el espacio a distintos muñecos que representarán a ciertas personas de su sistema familiar.

Tras una breve conversación sobre la configuración inicial de la constelación, se pide a la persona que cierre los ojos y visualice la escena para, a partir de ahí, guiarle hacia una solución adaptativa al conflicto que le trajo a la consulta.

Entre las ventajas que la Constelación Individual presenta a la persona o participante, podemos mencionar:

Privacidad. Ello en virtud de que la persona únicamente expone su situación ante el terapeuta obligado a guardar confidencialidad. Este aspecto puede favorecer la sensación de seguridad  durante la constelación, especialmente en caso de que el asunto a tratar produzca vergüenza o temor en el sistema familiar del consultante.

La Constelación Individual permite al terapeuta recoger información más personalizada para comprender el asunto que expone la persona en el contexto de su sistema familiar. Al disponer de información más precisa, la constelación se puede guiar de un modo más certero.

La Constelación Individual requiere menos tiempo que la participación en un taller grupal. La duración es de aproximadamente una hora en la terapia individual, mientras que en la terapia grupal, puede durar un día completo. También permite al interesado concertar cita en una fecha que le favorezca, en lugar de esperar a que algún terapeuta organice un taller.

La Constelación Individual produce movimientos internos más controlados; al no tener que representar a personas de los sistemas familiares del resto de participantes en el taller grupal, la persona se concentra únicamente en su necesidad y no se ve afectada por conflictos ajenos que podrían desbordarle en un momento dado.