Fecha de publicación: 26-09-2017
Clemente Felipe de La Cerda Martin nació en Chichiriviche, el 13 de octubre de 1935 y falleció en Caracas, el 13 de diciembre de 1984. Fue un director de cine venezolano, vinculado al boom de este arte en nuestro país en los años 70 y 80.
Muy joven se trasladó a Caracas, donde ingresó a la Escuela de Artes Plásticas. Entre 1962 y 1963 frecuentó el Instituto Venezolano de Estudios Cinematográficos. Posteriormente, estudió teatro con Humberto Orsini en la Universidad Central de Venezuela.
Comenzó a trabajar en Televisa (posteriormente Venevisión) como ayudante de cámara, hasta llegar a dirigir programas musicales y telenovelas. A raíz de la llegada del video dejó la televisión por el cine, trabajando en noticieros y publicidad, primero como camarógrafo y luego como director.
A partir de 1964 inició su carrera como director de cine, convirtiéndose en el cineasta más activo en Venezuela. Entre sus películas más importantes se encuentra: Isla de Sal y El Rostro oculto (1964), Sin fin (1971), Cahuramanacas (cortometraje, 1971), Soy un delincuente (1976), El reincidente y Compañero de viaje (1977), El crimen del penalista (1979), Los criminales (1982), Retén de Catia y Agua que no has de beber (1984).
Su film Soy un delincuente, fue un éxito de taquilla; marcó el inicio de una nueva temática en el cine venezolano, y por primera vez un largometraje nacional genera una secuela: Reincidente o Soy un delincuente parte II.
Su denuncia sobre las condiciones de vida de amplios estratos sociales venezolanos fue aplaudida y criticada a la vez. En 1985, un año después de su muerte, el Consejo Nacional de la Cultura publicó un libro titulado Clemente de la Cerda: textos, filmografía, ilustraciones, en el que se hace un estudio exhaustivo de su obra cinematográfica.