Fecha de publicación: 01-07-2016
Aunque muchas personas lo ignoren, el movimiento a través de actividades de baja intensidad, como es el caso de las caminatas, representa la base de todo ejercicio físico. Podemos tener buena salud sin necesidad de acudir a un gimnasio a entrenar, pero no sin desarrollar ningún tipo de movimiento y caminar, es sin duda la mejor alternativa. Como dijimos al iniciar este artículo, por algo es la base de todos los ejercicios físicos existentes.
Todo el mundo, sin importar su edad, puede empezar a realizar una caminata diaria, sin tener que hacer grandes esfuerzos o prepararse de una manera particular para poder desarrollarlo, tampoco requiere asistir a un gimnasio; en recompensa podremos disfrutar de todos sus beneficios.
Para la salud, caminar puede ser tan bueno como correr, sólo que para correr se necesita algo más de tiempo para lograrlo, y hay que estar en cierta forma, no cualquiera puede comenzar a correr, es necesario hacerse un chequeo médico previo y más aún si se es mayor de 50 años.
Siendo una persona mayor de esta edad, si no es entrenada o no tiene el hábito de correr, comenzar a los 50 años, puede traer problemas en las piernas y por sobre todo en los pies, ya que el constante salto, puede acarrear problemas.
Por el contrario, caminar no tiene mayores requerimientos sino tener ganas; si se pertenece al grupo de personas de la tercera edad, si es recomendable comenzar poco a poco, de manera paulatina, hasta llegar a caminar una hora diaria.
El ritmo de la caminata lo regulamos nosotros mismos y gradualmente se puede ir incrementando el paso. Si nos proponemos caminar todos los días, al menos 20 minutos, media hora o una hora, estaremos en condiciones de ir mejorando el rendimiento. Lo interesante es la constancia y lo ideal y beneficioso es caminar los siete días de la semana o al menos cuatro o cinco días, de 45 minutos a una hora o más, para poder sentir los beneficios de caminar.
Generalmente, las caminatas se asocian al interés de muchas personas por quemar calorías para bajar de peso y aunque esto sea cierto, ejercitarnos haciendo caminatas, tiene muchos otros beneficios que veremos a continuación:
Bueno para el corazón: Caminatas cortas y frecuentes reducen los niveles de triglicéridos y la presión arterial. De hecho, para la salud cardiovascular, parece que caminar es mejor que correr.
Bueno para perder peso: Sin duda se queman menos calorías que con otras actividades más intensas, pero este no es el único parámetro. A menor intensidad, el cuerpo utiliza más porcentaje de grasa. Uno de los problemas del ejercicio aeróbico puro es que en muchos casos tiende a aumentar el hambre, algo que no ocurre al caminar, por lo que es efectivo para un equilibrio calórico global.
Bueno para los más jóvenes: Los niños que van caminando al colegio tienden a sufrir menos de sobrepeso.
Bueno para los mayores. Caminar es bueno para su cerebro. La función cognitiva se ve mejorada con una caminata diaria. En especial, las personas de la tercera edad reducen el riesgo de complicaciones en los vasos cerebrales, disminuyendo las probabilidades de demencia senil, entre otras enfermedades.
Reduce la inflamación, el ejercicio intenso la aumenta. Esto no quiere decir por supuesto que debemos evitar la actividad intensa, pero usar largas caminatas como ‘descanso activo’ entre entrenamientos duros es una estrategia ideal para la recuperación.
Es la mejor actividad considerando un análisis riesgo-beneficio para personas en muy mal estado físico o de edad avanzada.
Caminar nos beneficia de manera integral; este ejercicio mejora la resistencia cardio-respiratoria. El aumento de la resistencia pulmonar conduce a tener pulmones más sanos y fuertes, capaces de enfrentar mejor, cualquier infección viral o bacteriana. Además de este importante beneficio físico, es innegable que caminar nos relaja, elimina el estrés, nos mejora el ánimo, combate la depresión y nos llena de fuerzas.
