Las artes marciales preferidas por los caballeros

Cuando se trata de artes marciales, los caballeros se inclinan por aquellos estilos que incluyen el uso de armas y los de mayor contacto .

Aunque las artes marciales buscan el equilibrio del cuerpo y la mente, tradicionalmente y desde sus orígenes, estas prácticas de combate se han asociado al uso de la fuerza física, siendo por naturaleza, los representantes del género masculino los mejores exponentes.

Aunque con el paso del tiempo y la evolución de las artes marciales en las últimas décadas del siglo XX y los que han transcurrido de este siglo, las mujeres e incluso los niños se han incorporado a la práctica de las distintas corrientes de las artes marciales, los hombres continúan siendo en número, quienes más participan en ellas a nivel mundial.

Pero quizá por ser los géneros donde mayormente se hace alarde de la resistencia y el despliegue de la fuerza física, son precisamente los deportes de contacto los que suelen ser preferidos por los hombres y esta corriente en cuanto a preferencias, incluye estilos de artes marciales como el karate, el judo y el kung fu.

Asimismo en cuanto a inclinaciones y preferencias, los hombres también asumen la práctica de las denominadas artes marciales mixtas caracterizadas por un alto nivel de contacto e impacto tanto de golpes como patadas, donde la fuerza es desplegada usando todas las partes del cuerpo, incluso en combates donde impera la lucha cuerpo a cuerpo.

Es de esta manera que encontramos disciplinas como el Kick boxing, deporte de combate que utiliza los puños y los pies, el Jujutsu tradicional, basada en la lucha cuerpo a cuerpo de los guerreros feudales japoneses o samurái; el Taekwondo, que se destaca por la variedad y espectacularidad de sus técnicas de patadas y el Sambo, estilo de combate inspirado en varios estilos de lucha cuerpo a cuerpo como el judo, la lucha greco-romana y olímpica.

A este conglomerado de estilos, debemos agregar géneros que incluyen armas, más allá de las patadas y los puños. En este sentido, en los últimos años, ha destacado la práctica del Ninjutsu.

Este estilo de arte marcial es conocido como el género japonés del espionaje y la guerrilla. Se basa en grupos de técnicas y tácticas supuestamente utilizadas por los ninja durante siglos. Los primeros datos que se tienen de la utilización de ninjas en el campo de batalla datan del siglo V, lo que nos da una idea de la antigüedad de este estilo de lucha, que se complementaba con el aprendizaje de muchas habilidades útiles para el espionaje.

En el siglo XX Japón utilizó el Ninjutsu como forma de entrenamiento de sus tropas de élite. En la actualidad, el Ninjutsu se basa en el uso de golpes, luxaciones articulares, lanzamientos, derribos y uso de armas tradicionales; buscando formar al individuo, de forma similar al conjunto de las artes marciales tradicionales modernas o gendai budo actual como el Judo, el Aikido, el Karate Do y el Kendo.

Entre las 20 disciplinas que integran el Ninjutsu podemos mencionar, entre otras:

Bojutsu: técnicas de lucha con bastones de diversos tipos o tamaños.

Hanbojutsu: arte de combatir con un báculo.

Shurikenjutsu: lanzamiento, manipulación y combate con elementos cortapunzantes.

Sojutsu: manejo de lanzas.

Bajutsu: equitación, lucha y técnicas a caballo.

Suijutsu: nado, lucha, combate y técnicas en el agua.

Shinobi Iri: ocultación y camuflaje en todo tipo de climas y ambientes exteriores e interiores.

Quizás el uso de la fuerza física, junto a la espectacularidad de la lucha con armas al estilo samurái o ninja, hace que este tipo de artes marciales sean de mayor predilección por los hombres que, más allá de la búsqueda de mecanismos de defensa personal, intentan reafirmar su virilidad, haciendo alarde de su fuerza corporal, así como su destreza y habilidad física.