Vegetales y su principal aporte para la salud de los niños

Fecha de publicación: 20-07-2016

Los vegetales tienen cualidades para mejorar la salud de nuestros hijos y contribuyen a fortalecer su sistema inmunológico..

La alimentación de los niños es muy importante durante sus primeros años de edad. Si el pequeño de la casa está comenzando a comer ensaladas, es importante que como padres, tengamos conocimiento de los beneficios que aportan los siguientes vegetales, hortalizas y verduras para su salud.

Lechuga. Esta verdura aporta gran cantidad de ácido fólico y vitaminas A, B y C, además de sales minerales como magnesio, hierro y calcio. Estimula el apetito, favorece la digestión, mejora el funcionamiento intestinal y tiene efectos sedantes, por lo que es aconsejable consumirla por la noche, para dormir mejor. Aunque nuestro hijo puede empezar a consumirla cocida, a partir de los cinco o seis meses, en el puré de verduras, es recomendable esperar a que cumpla el año para dársela cruda, en ensalada.

Al prepararla, se deben escoger las hojas más verdes, que son las más tiernas y las que más vitaminas contienen. Antes de dárselas al niño, deben lavarse muy bien una por una, manteniéndolas bajo el chorro del agua fría unos segundos, en lugar de dejarlas en remojo. Así se evitará que pierdan sus vitaminas y minerales, al tiempo que elimina cualquier posible resto de arena y pesticidas.

Zanahoria. Suele tener mucho éxito entre los niños y es uno de los vegetales más saludables para ellos, ya que aporta muchas vitaminas, minerales y caroteno, una provitamina que se transforma en vitamina A, fundamental para el crecimiento y para mantener la salud de la vista y de la piel. La zanahoria fortalece las encías y los dientes y también posee propiedades para erradicar las lombrices intestinales. El bebé puede tomarla en jugo o cocida desde los seis meses y cruda a partir del año.

Cuando se le vaya a dar, es mejor rasparla que pelarla, para no quitar la carne que está más pegada a la piel, que es la que contiene más vitamina C. Además de comerlas enteras el pequeño también puede tomar las zanahorias en ensalada, ralladas, cortadas en tiras o en rodajas.

Tomate. Además de aportar mucha vitamina A, hierro y magnesio, el tomate fresco es una fuente importantísima de vitamina C -fortalece el organismo frente a posibles resfriados- y también es rica en fibra -ayuda a prevenir y a combatir el estreñimiento-. Tu bebé puede ingerirlos desde los diez meses.

Al prepararlos se debe quitar la concha, las semillas y el tallo. Será más fácil pelarlos si lo metemos unos instantes en una olla con agua hirviendo. Para que el bebé no lo repita, debe dársele con una pizca de azúcar que neutraliza el ácido, para que no le repita.

Remolacha. Es rica en azúcares y sales minerales y resulta muy eficaz para combatir el estreñimiento. Salvo que sea propenso a la diarrea, el pequeño puede empezar a comerla cocida y sin concha hacia los 10 o 12 meses. No se recomienda dársela cruda, porque además de que resulta difícil de digerir, tiene una textura muy leñosa y es casi seguro que no le gustará. Al prepararla, se sugiere cocinarla sin añadir sal al agua y después, pelarla.

Berro. Los berros son ricos en calcio y vitamina C y además contienen aceites sulfurosos, que ayudan a combatir la tos. El niño puede tomarlos cocidos en el puré de verduras desde los seis meses y crudos, en ensalada, desde los 15 meses.

Al prepararlos... se lavan, se dejan en remojo en un litro de agua con una gota de lejía y se aclaran después, bajo el chorro de agua fría.

Cebolla. Es diurética y digestiva y ayuda a mantener en buen estado el sistema circulatorio y a prevenir las infecciones. El bebé no debe tomarla cruda hasta después de los 24 meses, porque tiene un sabor muy fuerte. Desde los 10 meses puede empezar a formar parte de sus ensaladas, pero cocida.

Para servirla... debe cocinarse. Si se la va a dar cruda, debe cortarse, recordando de pasarla primero por el chorro de agua fría, para que pierda parte de su intenso sabor.

(Conclusión): Todos estos ingredientes tienen diversos aportes a la salud de nuestros hijos. Si los sabemos combinar de una forma atractiva, de seguro le encantarán a nuestros niños y no nos será difícil incorporarlos gradualmente a su dieta, así contribuiremos de manera natural a fortalecer su sistema inmunológico y por ende, a blindar su salud.