¿Anteojos o lentes de contacto?

¿Qué prefiere usar cada quien: lentes de contacto o anteojos? Tanto unos como otros tienen la misma función: corregir defectos visuales y mejorar la visión, y ambos tienen ventajas y desventajas.

Los anteojos, son la forma más común de corregir o mejorar problemas de visión. Tienen un marco que sostiene dos lentes de vidrio o de plástico, para corregir los errores de refracción.

Los lentes de contacto, por su parte, se usan directamente en la córnea del ojo y ayudan a corregir los errores de refracción.

Los lentes de contacto originales fueron rígidos. La creación de los blandos tiene alrededor de dos décadas. La ventaja es que son más cómodos que los duros, la desventaja es que causan alergias con más facilidad.

Los defectos visuales que corrigen son tres: el astigmatismo, la hipermetropía y la miopía.

A diferencia de los anteojos, los lentes de contacto están —como su nombre lo dice— en contacto con el ojo, así que la corrección del astigmatismo es mejor en el caso de los lentes de contacto.

Otra ventaja de los lentes de contacto en estos casos en particular, es que no provocan mareos o distorsiones de las imágenes, como pueden causar los anteojos. También en casos de hipermetropía y miopía severas son mejor opción, pues los anteojos pueden ser pesados por el grosor del lente.

El problema de los lentes de contacto es que al generar sensación de cuerpo extraño y lagrimeo, las personas dejan de usarlos. También pueden causar alergia, lo que provoca ojo rojo, comezón y ardor.  Otra desventaja, es que pueden causar infecciones.

La decisión sobre usar anteojos o lentes de contacto, debe ser tomada por el paciente en concordancia con el especialista, tomando en cuenta factores como la comodidad y las características de cada defecto visual.