Fecha de publicación: 30-03-2015
Con cierta frecuencia, diferentes grupos sociales le restan importancia a temas como la ecología y la protección de los animales. Sin embargo, quienes exponen esta postura, olvidan que todo está relacionado y que existe un estrecho vínculo entre el desarrollo de la sociedad y su entorno.
Así como es importante la preservación de las especies de la flora, las selvas, los bosques y los distintos ecosistemas silvestres, también lo es la protección de las diferentes especies animales, porque su existencia forma parte de todo un sistema armónico de relaciones entre el ambiente y los seres vivos, incluyendo al hombre.
Tomando en cuenta el significado de estas interacciones para el bienestar y equilibrio biológico en el planeta, son muchas las organizaciones de corte ecológico y gubernamental que, cada vez con mayor fuerza, han contemplado en sus programas, normativas y políticas, un espacio para defender la ecología y la protección animal.
La acción inconsciente y la visión mercantilista del hombre, a través de grandes corporaciones y trasnacionales, que anteponen los beneficios económicos por encima de cualquier otra prioridad, ha generado un inminente peligro a la vida de de especies animales por su caza indiscriminada sin ningún tipo de control, utilizando sus pieles o su carne como materia prima para la fabricación de otros productos o también, de manera directa, aprovechando el carácter exótico de determinadas especies para venderlas, solo por el hecho de obtener una contraprestación de carácter monetario.
El resultado se traduce en el desequilibrio de nuestros ecosistemas y el peligro hacia la biodiversidad ya que cada año se atenta contra la vida de especies cuyas poblaciones se ven cada vez más amenazadas y en peligro de extinción.
Hay sectores que defienden una actuación contundente contra los humanos que agreden a los animales, hablan de buscar métodos alternativos para la experimentación, de prohibir la caza y la cría de animales para la comercialización de piel y de afrontar la problemática de los animales destinados a la producción de alimentos: velando por su bienestar y erradicando los métodos crueles que se emplean para su sacrificio.
Asimismo, no solo la matanza despiadada de especies atenta contra el perfil ecológico, sino también, las acciones que impliquen la degradación, sufrimiento y tortura de los animales.
Para los ambientalistas y ecologistas, defender todas las formas de vida es trascendental. Nosotros también podemos colaborar en este sentido, evitando el maltrato de nuestras mascotas, brindándole los cuidados que necesitan para una vida sana e inculcando en nuestros hijos, el amor por los animales.