Hablar de sexualidad y planificación familiar con los hijos

Conversaciones con pequeños sobre vida sexual y embarazo, presentan habitualmente una incomodidad que debe ser desechada.

Hablar de sexualidad con los niños es algo difícil de abordar para los adultos, porque frecuentemente complejizan las simples preguntas que les hacen los pequeños. Los especialistas recomiendan ser transparentes y directos en las respuestas.

Se debe comenzar a hablar de sexualidad con los niños desde el momento en que éstos preguntan las primeras dudas sobre su cuerpo, y recordar que sexualidad no es lo mismo que relaciones sexuales: muchos adultos postergan el tema, porque creen que las dudas de sus hijos apuntan a este último tema.

Los niños son curiosos por naturaleza y desde muy pequeños comienzan a explorar su cuerpo. Lo mejor es darles acogida a estas preguntas y generar un espacio de confianza entre padres e hijos.

Si los padres mienten o entregan información errónea, pueden aumentar la curiosidad en torno al tema, generar morbo o incluso promover la desconfianza y la búsqueda de respuestas en las personas menos indicadas, o a través de otros medios como internet.

Por su parte, la planificación familiar es el conjunto de prácticas -que pueden ser utilizadas por una mujer, un hombre o una pareja de potenciales progenitores- orientadas básicamente al control de la reproducción, mediante el uso de métodos anticonceptivos en la práctica de relaciones sexuales.

Puede tener como objetivo engendrar o no descendientes y, en su caso, decidir sobre el número de hijos, el momento y las circunstancias -sociales, económicas y personales- en las que se desea tenerlos.

Este último e importante tema, debe abordarse desde la pre-adolescencia con sentido preventivo, y es aconsejable que los padres tomen la iniciativa, ante el habitual temor de los menores a tocar el asunto por pudor o intentar parecer autosuficientes.

Tanto la sexualidad como la planificación familiar deben ser abordadas con confianza entre padres e hijos para garantizar la tranquilidad familiar y la plenitud de los niños y jóvenes.