Fecha de publicación: 10-08-2015
Aunque para nadie es un secreto el impacto que genera el uso de la tecnología en los seres humanos y su entorno ambiental, también es cierto que en las últimas décadas, tanto los gobiernos como las grandes empresas, han tomado conciencia de los problemas que podrían desencadenarse a nivel mundial, si no se corrigen esas prácticas que van en detrimento del medio ambiente.
En el inventario de iniciativas y esfuerzos que los desarrolladores de nuevas tecnologías han asumido, podemos mencionar por ejemplo las casas ecológicas, diseñadas para el uso racional de los recursos como el agua y la electricidad, aprovechando al máximo la luz ambiental para minimizar el consumo de energía eléctrica y bombillos que luego deben ser desechados, se convierten en elementos contaminantes.
La tecnología automotriz, es una de las ramas industriales que ha demostrado mayores avances en el aspecto de la conservación ambiental, diseñando vehículos con electricidad que evitan el consumo de combustibles fósiles y por ende, la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.
Si bien estos vehículos, aun no se producen a gran escala, su desarrollo ha alcanzado notables avances que apuntan a que en un futuro no muy lejano, lleguen a fabricarse y comercializarse a gran escala, reduciendo notablemente el uso de la gasolina, el diesel y otros derivados del petróleo.
¿Y qué decir de la industria informática? Por tratarse de un campo que cada vez incrementa sus mercados de consumo, los investigadores han puesto especial atención en el, creando mecanismos que disminuyan el consumo energético de los equipos de computación y el uso de nuevos materiales menos contaminantes y por ende, de menor impacto ambiental.
El desarrollo de la tecnología en armonía con el ambiente es cada vez mayor y tiene fundamento en la preocupación del hombre contemporáneo por preservar el entorno y los ecosistemas donde habita.